miércoles, mayo 23, 2007
Siempre ha sido una ilusión en mi vida, tener un restaurante. He tenido muchas ideas al respecto, que lamentablemente se ven opacadas contra la enorme cantidad de dinero que implica la inversión inicial... El local, la cocina, el mobiliario, etc... y difícilmente un inversionista querrá invertir en un proyecto que no pasa de ser una idea en un pobre e inexperto restaurantero.
Cosa diferente sería, si el proyecto ya estuviera funcionando... si ya estuviera probado que el menú cautiva, que el servicio convence, que la clientela nos recomienda. En ese caso, dado que el proyecto estaría probado, sería más sencillo conseguir financiamiento para lo que fuera.
Por eso, he pensado que voy a instalar una cocina estandar, con un comedor, que le vamos a prestar a jóvenes entusiastas con un proyecto muy claro y que, a cambio de una renta muy accesible, sin tener que hacer esa fuerte inversión, prueben que su restaurante es capaz de mantenerse por un periodo de tiempo razonable, y que, despues de ese experimento, puedan extender sus alas y volar.
Sería como hacer un "exámen". Si pasas, sobrará quién te financie el proyecto, si no, habrás tenido la experiencia de haber probado, sin haber perdido hasta la camisa, y tendrás que reflexionar en los factores que deberás mejorar para el siguiente proyecto emprendedor
En un país donde hacen falta jóvenes emprendedores, es importante ofrecer herramientas que garanticen un continuo entusiasmo creador.
lunes, mayo 14, 2007
No puedo evitar sentirme como huérfano.
Sólo.
Supongo que todos en mi equipo, sentimos a flor de piel esta ausencia que se nota en las llamadas, en la oficina, en la certeza de que no volverá otra vez.
¿Cómo acostumbrarme a su silencio, si llegué siguiendo su voz? ¿Cómo hacerme a la idea de que no vendrá si llegué porque aquí estaba?
¿Entonces qué hago aquí?
Hace ya algunos años, cuando mi situación contractual en el departamento donde estaba, era lo mejor a lo que podía aspirar, Alfredo en una de esas múltiples sesiones de cigarrillos y de conversaciones relajadas me propuso cambiarme de departamento y obtener con ésto, un mejor gafete.
Bastó que hiciera una llamada, una recomendación, y al cabo de una semana, ya contaba con una mejor posición en la compañía.
Algunos años después, las circunstancias me orillaron a tomar la decisión de separarme de esa gran compañía.
A él fué a una de las pocas personas que fuí a notificarle en persona qué había decidido. Seguramente le sorprendió mucho el aventurado destino que me iba a jugar, pero sabíamos que apesar de que los caminos se separarían tan drásticamente, el destino nos permitiría volver a encontrarnos aunque sea sólo para saludarnos...
Fué el destino el que se encargó de que mi currículum cayera a Kodak, y fué ahí mismo donde tuve mi primer encuentro con las ventas... Jamás me imaginé que dar el paso a las ventas fuera precisamente el lazo que me haría encontrarme de nuevo con él... ya que al cabo de muchos meses, de largos y estresantes viajes por la república y países vecinos, era urgente cambiar de ambiente y pasar más tiempo con mi esposa y con nuestro recién nacido hijo.
Alfredo necesitaba cubrir una vacante de vendedor que sólo cubriría la zona del occidente... y cuando platicamos al respecto, me contrató sin siquiera leer mi currículum.
[Caray... no sabía cómo agradecerle todo lo que había hecho por mí]
Apesar de que la empresa en el que nos tocó participar juntos, era en el arranque de un proyecto muy ambicioso, aderezado con muchas circunstancias adversas, y sazonado con mucho estrés, la relación laboral, siempre tuvo un matiz fraternal y de amistad aún en los momentos en que pensábamos que habíamos tocado fondo.
El viernes pasado le tocó a él dedicarnos unas palabras de despedida. Se separa de la compañía, como una solución a una incompatibilidad de visiones.
No sé si debería ésto preocuparme; pues aunque entre Alfredo y yo tenemos muchas diferencias en formas de pensar, algunas de las coincidencias que compartimos es precisamente en la visión del negocio en el que estamos.
El viernes pasado, en una junta en la que estuvo presente el director de la compañía, dándonos la versión oficial de la separación de mi jefe, sentí esta impotencia de no poder ayudarlo... de sentirme tan pequeño como para poder darle la mano... de imaginar que si fuera yo el que se despedía, él sabría cómo ayudarme y yo, en esa silla, detras de esa enorme mesa, no podía hacer nada.
Fué quizá por cobardía, por vergüenza, o porque simplemente no había mucho sentido hacerlo, pero me habría encantado subirme a la mesa, mirarlo de frente, y como símbolo de que estaré ahí para lo que sea, decir firmemente: "Oh! Captain, my Captain".
Alfredo, nos vas a hacer mucha falta, porque todavía me hace falta aprender más de tí.
Un abrazo, Capitán.
miércoles, mayo 02, 2007
Los accidentes automovilísticos son una cruda realidad.
Sabemos que por el simple hecho de salir a la calle en un automovil, estamos expuestos a estar involucrados en un accidente, ya sea por cometer una imprudencia, o un descuido, o ser víctima y sin tener ningún tipo de responsabilidad, sufrir las consecuencias.
Decirlo así de simple y llano, implicaría que a sabiendas de esa posibilidad, debería estar preparado para que algo así me ocurriera. Pero no es así.
El sábado, al inicio de nuestro fin de semana, en camino a Zapotlán El Grande, tuvimos un accidente: Un camión de carga, súbitamente cambió de carril, invadiendo el espacio de una camioneta pickup, que tuvo que frenar así, rápidamente... nosotros (Edi, mi hermano, en el asiento del copiloto, Lina detrás de él, Andrés, dormido en el asiento trasero, apoyando su cabeza en las piernas de su mamá y yo al volante), frenamos, casi simultáneamente, para evitar alcanzar a la defensa de la camioneta, pero una camioneta Durango, con protección antichoques, no supo leer lo que estaba ocurriendo, o por distracción, no pudo frenar, hasta que destrozó toda la parte trasera del Golf de mi esposa.
Primero, la sorpresa de una violenta sacudida y no entender lo que está sucediendo, después, el escalofrío al ver los miles de cristales que llueven en el interior del auto, el terror de imaginar lo peor, y antes de que termine el primer segundo después del impacto, el enorme sentimiento de coraje e impotencia que se atora en la garganta y evita cualquier tipo de grito o quejido.
Luego el silencio.
-"¿Están bien?" pregunté con un nudo en el estómago esperando escuchar sólo un "sí" como respuesta.
-"...sí." Responde Edi.
-"...estamos bien." Dice Lina con una mano en la cabeza y la otra en el pecho de Andrés que sigue acostado.
Me dolía la espalda, los hombros y el cuello... pero más me dolia aguantarme las ganas de salir inmediatemente del auto y gritarle a ese idiota hasta desahogar ese coraje.
Nos salimos de la carretera, en un acotamiento, y sin muchos aspavientos, cruzamos un par de palabras. Le llamamos a nuestros seguros, y con mucha dificultad, por el temblor de mis manos, encendí el primer cigarrillo.
El parabrisas trasero, estaba convertido en una una pedacera de pequeños cristales en el interior, en nuestras ropas y cabellos; la defensa hecha pedazos, la puerta de la cajuela deforme.
Pero lo más dañado hasta el momento era mi tranquilidad.
Andrés ya estaba sonriendo, como siempre, queriendo caminar y señalando con su dedo todo cuanto le llamaba la atención... y yo, en cambio, sin poder evitar imaginar las terribles consecuencias que pudimos sufrir... que Andrés, vulnerable, frágil y ligero, pudo sufrir.
La sóla idea me vuelve a apachurrar el estómago.
Llegaron los ajustadores, y al encender mi cuarto cigarrillo, pude reflexionar de lo injusta que era la situación.
Por un lado, 'el imprudente', no tuvo ningún daño considerable en su vehículo. Podía continuar su viaje a Autlán, sin ningún problema, y con un pequeño 'deducible', limpiaba su culpa y reparaba los daños que causó.
Nosotros, en cambio, seguíamos temblando y sobándonos el cuello y espalda... seguíamos alterados, pensando en las terribles consecuencias como pesadillas; tuvimos que suspender nuestro viaje, asustados, y ahora el coche de Lina estará fuera de servicio por lo menos 4 semanas. Todo eso ¿quién nos lo paga? ¿Cómo lo recuperamos?
Hoy, despues de que creo haber superado esa terrible experiencia, no me queda más que agradecer a Dios que estemos completos, sanos, y que, apesar los inconvenientes y de las incomodidades de no tener un coche, no puedo evitar sentirme nuevamente bendecido por tener la oportunidad de escribir en este post, sólo una anécdota que no pasó a mayores.
martes, mayo 01, 2007
viernes, abril 13, 2007
Pero tantas coincidencias, me llamaron la atención y tanta información, desbordó de mi cabeza, y a falta de otro espacio donde pudiera escribir, traicionando a mi propia voluntad, decidí escribir de nuevo, mi opinión sobre la ley de depenalización del aborto en la Ciudad de México.
Primero, un amigo mío de la oficina, a quien particularmente respeto y admiro por la objetividad, claridad y precisión constante en sus ideas y comentarios, me abordó para platicarme que había estado leyendo este humilde espacio, y que, estaba interesado en plantear conmigo unas ideas que podían estar en sentido contrario a algunas que yo había publicado en posteos anteriores.
Quería hablar del post donde yo me pronunciaba a favor de la despenalización del aborto... y tan pronto me lo propuso, no tuve otro remedio que aceptar el debate, a pesar que sabía perfectamente que los dos, somos un reflejo de los dos grupos que ahora discuten ese mismo tema en la Asamblea y que aunque tenemos pocas diferencias, son irreconciliables.
En la sala "F", escuché cómo expuso sus convicciones. La mayoría de sus argumentos los había escuchado antes, pero uno en particular, me pareció muy interesante: "... no, no es un asunto religioso ni moral; es un asunto de 'elementales derechos humanos' donde la ley debe proteger a todos, particularmente a los más indefensos..." (uf!, Jaque!) Yo tenía bajo la manga, el antídoto, el criterio "bioético-científico" que, contrario al criterio católico, establece una diferencia entre "una célula fecundada", "un embrión" y "un feto", y que establece que las dos primeras fases de la gestación no se consieran "un ser humano", porque carece de características elementales como un sistema nervioso central completo, órganos desarrollados, un cerebro humano, entre otras muchas cosas. Aunque ese ser vivo tenga la potencialidad de convertirse en un ser humano, simplemente no lo es.
Lamentablemente, ni lo supe explicar correctamente en ese momento, y, es una visión que difícilmente será aceptada por quienes tienen muy arraigada la versión religiosa de que el "alma" de una persona está desde la fecundación, mientras que científicamente se ha acordado que la "psique" o "alma" de una persona requiere de un cuerpo humano desarrollado plenamente.
(¡Vaya embrollo!, ¿No?, Simplemente no me gustaría estar en los zapatos de ninguno de los asambleístas)
Después de esa interesante y civilizada charla, y después de haber echado a andar mi motor de la reflexión, que difícilmente puedo parar, seguí pensando en eso en el camino a casa, y, durante la cena, en el televisor, las noticias no dejan de hablar sobre el tema.
Un comercial, donde aparece Chespirito, y afirma que su madre tuvo la opción clara y propuesta por su doctor de abortarlo, y que ella no lo aceptó, y que gracias a esa decisión, hoy lo tenemos entre nosotros... (Mi cuate, me mencionó al menos dos personalidades mundiales que pudieron haber faltado si sus madres hubieran tomado la decisión del aborto).
Inmediatamente, mi retorcido -e irónico- motor, me hizo imaginar a qué personajes "del mal", pudieron haberse evitado si sus madres, hubieran abortado por no tener las condiciones de amor y educación para educar por el "buen camino" a sus hijitos...
Después, en un programa nocturno de televisión, "Contrapunto", conducido por Amparo Casar, trataron el mismísmo tema... (Mucha coincidencia, ¿No?). Apesar de mi enorme deuda de sueño, decidí quedarme para "documentarme".
En la primera parte del programa, entrevistó a una mujer que me pareció excepcional: Marta Lamas. Feminista, catedrática de la UNAM y del ITAM. La señora Lamas, con una mostrada sensibilidad, y con un perfil muy sobrio, científico, laico y humanista, expuso muchos puntos a favor de la ley de despenalización del aborto que me parecieron muy buenos (de ella, copié el argumento de que antes de que el producto sea feto, no es considerado ser humano)... por la avanzada hora de la noche, decidí no llamarle a mi cuate para que encendiera el televisor y me evitarla la molestia de repetir torpemente lo que mi volátil memoria recordara al día siguiente... el programa simplemente me quitó el sueño.
Sin embargo, en este momento, apenas a un par de horas de que el programa terminó, y que no he podido dejar de darle vueltas a las ideas en mi cabeza, decidí tomar la computadora y alcanzar a escribir las pocas ideas que pude retener... antes de perder definitivamente tanta información.
En primer lugar, aclaró lo que muchos ignoramos: "La ley es una ley integral que por una parte plantea acciones que procuren evitar los embarazos no deseados y por lo tanto, los abortos. Se establecen mecanismos para hacer llegar educación sexual a más gente, métodos anticonceptivos, y atención y cuidado a madres con embarazos no deseados que no quieran tomar el aborto como una alternativa, y ya sea que decidan quedarse con el bebé o darlo en adopción..." (Caray! Nunca se había hablado masivamente de esto...)
Al día de hoy, en el DF, ya existen 3 causales de aborto que no están penalizadas: Por malformación genética del producto, por amenaza de vida de la madre, o por violación... lo polémico de esta ley, es que se agrega una cuarta causal, que establece que si la madre ve truncado o afectado su proyecto de vida. Para algunos, esta causal podría resultar vanal, pero no lo es.
La función de ser madre, debe ser una actividad amorosa, entregada, y voluntaria. Y una mujer no debe ser obligada a formar, parir, criar y educar a un hijo, si no lo desea. Si no está dispuesta a compartir su cuerpo para el embarazo, o si este hijo, implica un cambio radical de vida en la que esté comprometido su bienestar, no debería ser obligada a tenerlo. La maternidad es un don que las mujeres deben tener la libertad de elegir o no. De aceptarlo o no.
En una maternidad causada por un error técnico (se rompe el condón, falla el método anticonceptivo, falla las cuentas, se mueve el DIU, etc), causada por una cuestión social (abuso sexual violento, ya sea por un extraño o por un marido macho, o por ignorancia, etc), o causada por la debilidad a la que todos estamos sujetos por nuestra condición humana, y que por ende trae un hijo no deseado, no debería verse a este hijo como "la consecuencia", de esta sexualidad. Un hijo nunca debe verse como "un castigo" o como "la responsabilidad" por una conducta sexual... Y creo que una madre debería tener el derecho de tener los hijos que ella decida, en el tiempo que lo decida y en la frecuencia que más le convenga.
Pero volvamos a la ley, que es el tema de este post.
La ley, y creo que la inmensa mayoría de los mexicanos, no estamos de acuerdo con el aborto. Ojalá cada vez sea menos recurrido y menos frecuente acudir a un aborto para suprimir un producto no deseado.
Pero hoy en día es una realidad, en la que con o sin ley, todos los días, mujeres de todo el país, deciden abortar o no. Apesar del miedo al pecado, deciden abortar o no. Y que, en todas las clases sociales, y de todos los grupos sociales, y de todas las creencias, salen mujeres que deciden abortar clandestinamente, unas, las que tienen acceso a más información y poder económico, lo harán en los consultorios de sus ginecólogos, y las más, lo harán en lugares insalubres, con enormes riesgos de infecciones, enfermedades y muertes causadas por instrumentos improvisados, sucios, y por manos de charlatanes.
La ley NO PROMUEVE el aborto. Sólo facilita una condicion para que quienes ya han tomado una personalísima decisión de suspender su embarazo, lo hagan, por lo menos, por instituciones y profesionales adecuados...
Si yo fuera un doctor de una institución pública, y tuviera en mi consultorio a una mujer que ha decidido abortar, es una excelente oportunidad para poder promover la educación sexual, explicar el uso de métodos anticonceptivos, y de prevención que si, en otras condiciones esa misma mujer aborta en un callejón, y sobrevive, está condenada a volver a cometer el mismo error por su propia ignorancia, y no tener la atención adecuada.
Mientras no sepamos con exactitud el número de abortos que se hacen cada día, no sabremos de qué tamaño es el problema o dónde hará falta redoblar los esfuerzos de las campañas en contra de los embarazos no deseados. Seguiremos propiciando costosos y riesgosos procedimientos clandestinos de abortos, y seguiremos haciéndonos de la vista gorda de un problema que es una causa de otro tipo de problemas sociales, de salud pública y económicos.
Ahora que he escuchado con más detalle las características de esta ley, creo, que la ley es moderna, moderada, integral, cuyo principal objetivo será el de promover la educación sexual, poner disposición de las mujeres información y antender a madres con embarazos no deseados en sus diferentes posibilidades de decisión: "abortar" o "no abortar".
Esta discución se ha centrado en la calificación o descalificación del aborto, pero debería centrarse en la aprobación o no de la ley y en los beneficios que esta ley podría traer para poder evitar en lo futuro, más y más embarazos no deseados.
Despues de la charla con mi amigo, cuando regresabamos a nuestros escritorios, le pedí que documentara sus comentarios en mi blog, y no lo ví con muchas intenciones de hacerlo... espero que al leer este larguísimo post, pueda motivarse a compartir con los otros 3 lectores del blog sus pensamientos al respecto.
miércoles, abril 11, 2007
lunes, abril 09, 2007
El viernes pasado, coincidiendo con su cumpleaños, Andrés caminó, por primera vez... Caminó con cautela, haciendo equilibrio con sus manos, y mirando, incrédulo con sus ojos grandes como platos, cómo daba un paso detrás de otro, tambaleante, sin ningún apoyo, sin que nadie le tomara de las manos. Sonreía, con una risita inmóvil, como si un movimiento de más en ese gesto, pudiera hacerlo perder el equilibrio.
Todo lo demás, será cuestión de práctica. Será cuestión de motivarlo a convertir esos cinco en diez pasos... luego veinte... cien...
Ahora que lo tengo lejos, y que no puedo ponerme de rodillas frente a él, pidiéndole que caminara hacia a mí, no tengo por hoy, otra alternativa que sólo recordar y volver a vivir esos primeros pasos de quien estoy seguro, será capaz de dar todos los que se proponga.
viernes, abril 06, 2007
martes, abril 03, 2007
Nada más cierto... Es complicado decirle a la gente cómo es una persona. Aunque la conozcas... pero cuando se trata de un bebé en la víspera de su primer año, se vuelve doblemente difícil... de cualquier manera, intentaré describir cómo es mi hijo.
Le gusta golpearlo todo. Todo cuanto puede golpear, ya está ahí, dándole manotazos. Le dedica especial atención a todos esos objetos que hacen más ruido.
Los garrafones, las puertas, la mesa, mi cara... como parte de la experimentación, el tacto, así en un uso violento, es su método favorito para conocer las cosas; por cómo suenan, por cómo se sienten, o por si se quejan de la sorpresa del manotazo.
Andrés apenas está por cumplir un año y ya tiene sus propias filias... golpear, como decía, es una... presionar botones, otra que tiene desde hace ya varios meses. Apenas descubrió que presionar un botón estaba ligado a una reacción, Andrés se ha convertido en un "presionadordebotonescompulsivo", si es que eso existe. Pero no puede tener un botón a su alcance, sin que pueda contener las ganas de intentar presionarlo... lo hace todo el tiempo: Con el control remoto, por ejemplo, y muestra una sonrisa maquiavélica cuando no nos lo esperamos y le cambia de canal justo en la parte más emocionante de la película... o presiona el botón de encendido del televisor, cuando logramos poner el control remoto fuera de su alcance, puede apagarlo/prenderlo reiteradamente hasta que uno de nosotros hace un gesto de desapruebo.
Con el radio, ya aprendió a prenderlo ya apagarlo a su antojo. A ponerle "play", "stop", "am", "fm"... El switch de la luz que es fácilmente alcanzable desde su cuna... Y los botones, y palancas del coche... parece que Andrés nació con un chip renovado que le hace entender cómo ejecutar comandos sólo presionando un botón.
Hablando de coches, su berrinche más memorable, fue, cuando, viajando en las piernas de su mamá, en el asiento de copiloto, se le ocurrió tomar el volante. La necedad ha sido otra de sus más grandes virtudes. Gritó, y pataleó a tal grado que seguramente la gente que lo veía desde la calle, pudo imaginar que sus deditos se habían atrapado al cerrarse la puerta.
Cuando no lo soportaba más, y cuando la calle era derecha, sin curvas, lo puse en mis piernas, y sus manos tomaron el control del volante... Milagrosamente en un instante, su carita se volvió sonriente y llena de satisfacción. Error. Ahora cada que se sube al coche, quiere ir manejando.
Le gusta meterse en cajas, tinas o cualquier hueco donde pueda sentarse. Y si la caja, o el bote, es demasiado pequeño para él, le gusta meter cosas... espero que conserve esa habilidad, para cuando podamos ordenarle guardar sus juguetes en su lugar.
Además comienza a definirse su refinado gusto musical. Ni toda la música alternativa que le gusta a su padre, fué de su agrado... ni la extensa colección de música latina a la que tiene acceso en nuestro librero, fué suficiente, ni toda esa música instrumental que Lina procuró para arrullarlo incluso desde antes de su nacimiento causó resultado. A Andrés le gusta Costel.
A una determinada hora del día, no recuerdo cuál, mientras no estamos, obviamente, con la complicidad de su nana, prenden el televisor y ven ese programa donde un payaso canta música grupera. Sí, un payaso, con todas sus letras, canta música grupera, tambien con todas sus letras.
A mi hijo le ha tomado menos de un año ir formando su personalidad... y a veces, cuando hago proyecciones al futuro, divago en cómo será en los próximos 15 años... la mayoría de las veces, me gusta lo que imagino... otras, lo confieso, termino aterrado.
lunes, abril 02, 2007
Todavía no ha aprendido a decir una palabra en español, pero ha logrado definir códigos que le permiten mantenerse comunicado: Sabemos cuando quiere comer, cuando quiere leche en lugar de té, cuando tiene sueño, y con su pequeño -y ya muy hábil- dedo índice, es capaz de señalar, combinado con una miradita suplicante, cualquier objeto que quiere alcanzar... de esta manera, sus necesidades primarias, como el alimento, el sueño, el cambio de pañal, y su juego, están cubiertas perfectamente con los muy pocos sonidos que hace, con su sonrisa, con su llanto y con sus miraditas que se han vuelto muy expresivas.
Tampoco ha aprendido a caminar erguido. Bueno, camina, pero necesita usar un apoyo: una pared, por ejemplo, aunque prefiere que lo tomen de una mano para caminar. Podría girar indefinidamente alrededor de una mesa de centro, o de una silla, siempre apoyándose en el mueble... podría caminar por horas, siempre apoyándose en algo o alguien para conservar el equilibrio... y por más práctica que ha tenido, todavía no se siente confiado para dar su primer gran paso.
Lamentablemente, tampoco tiene la necesidad de hacerlo. Cuando decide trasladarse a un lugar, y nadie lo tiene de la mano, o no hay un mueble o pared en qué apoyarse para llegar al destino deseado, no tiene mayor problema de valerse de sus propios recursos: Se da un sentón, a sabiendas que su pañal amortiguará el golpe, y en dos hábiles movimientos está ya en posición, para gatear a toda velocidad. Aunque se nota que tiene un interés muy noble por aprender a caminar, tambien es evidente que eso no le impide hacer "lo que tenga que hacer".
Es nuestro primer hijo, es el primer nieto. Todos lo adoramos, y tiene una sonrisa tan encantadora que quien lo conoce, sin darse cuenta, comienza a quererlo tambien, pero por más dulce y tierno que sea, cuando se empeña en hacer algo que nosotros -la autoridad- no queremos que haga, su encanto, simplemente se evapora y su carita risueña se convierte en un berrinche incontrolable.
Arquea su espalda, dando un brinco hacia atrás, poniendo en riesgo su propia integridad física. Grita y llora desconsoladamente y ni toda la paciencia del mundo puede evitar en pensar en darle unas nalgadas. Y Andrés bien que lo sabe. Tan pronto nota que su actuación, por más dramática y creíble que le hubiera salido, no tuvo éxito, y su capricho no se ha cumplido, y además, sus padres ya no lo están mirando con ternura, regresa, otra vez, a ser el niño encantador que había sido minutos antes...
Esta semana, Andrés cumple su primer año con nosotros. Estoy seguro que ha aprendido muchas cosas, gracias a nosotros o gracias al mundo que le rodea, pero sin duda, quien más ha aprendido este año es Lina, que, hace un año exactamente, todavía no tenía claro cómo cambiar un pañal, tampoco sabía cómo se preparaba la fórmula del alimento del bebé, no tenía claro cómo cuidarlo, cuánto tenía que dormir, cómo arrullarlo o cómo aliviar una rosadura del pañal.
Hace un año, apesar del enorme bulto que cargaba en su abdómen, y apesar de que éste se movía por sí mismo, y en esas fechas, ya no la dejaba dormir, Lina no tenía ni una idea de lo que implicaba ser madre, y de cómo su vida cambiaría el día del parto, y tuviera, por primera vez en su vida, a su propio hijo en brazos y dependiendo de ella, la vida de esa indefensa criatura.
De ese primer día a casi un año de distancia, Lina ha despertado en las madrugadas para alimentarlo, ha consolado su llanto y su dolor, lo ha bañado y ha cambiado a veces hasta 5 veces al día sus pañales sucios... le ha lavado su ropita con esmero, ha dejado de ser ella, para convertirse en una madre amorosa y dedicada.
El que hoy, Andrés goce de una cabal salud, de que esté regordete y que tenga esos cachetes rosados tan chistosos, y que ría tan libremente, se lo debemos sin duda a los cariños y cuidados de su madre.
El próximo fín de semana celebraremos el primer aniversario de Andrés... pero si hay alguien quien deba recibir el homenaje ese día, es su amorosa madre, mi querida Lina.
viernes, marzo 23, 2007
En medio de un México lleno de problemas, ¿qué culpa tiene Andrés de que su padre no deje de pensar en ellos? Así que el fin de semana pasado, junto con unos amigos muy cercanos, decidimos, por un momento, dejar a un lado tanta teoría y concentrarnos en disfrutar la sonrisa de nuestros hijos.
¿Cuánto vale ver sonreir tan genuinamente a tu hijo?
Andrés y su padre, refrescandose despreocupadamente en una alberca con vista al océano Pacífico.
jueves, marzo 22, 2007
Comentarios recientes en mi blog, me motivan a escribir este post, con la única intención de tratar de poner en claro mi posición respecto a varios temas relacionados.
Decía, que las libertades individuales son producto de la aceptación de la igualdad de los individuos. Repito: "Si somos iguales, tenemos los mismos derechos"
En esa libertad, incluye el derecho a pensar como cada quien quiera. Tener la religión que mejor le parezca y, en función de esa difícil elección, todas las decisiones que se deriven de ese código de moral.
Lógico es, que en diferentes códigos de moral, habrá, afortunadamente, posiciones en conflicto, y una gama muy amplia de ejemplos que nos servirán a todos, a elegir de todo lo que vemos, lo que más nos conviene o nos gusta para nosotros.
Esos códigos morales, con el paso del tiempo, de las vivencias experimentadas, con las relaciones, amistades, etc, podrá ir variando a gusto y elección de cada persona. Y en la medida en que se haga sin presiones, y de manera autónoma, cada persona estará ejerciendo su derecho a esa libertad.
Lo criticable, para mi punto de vista, no son las etiquetas que marginan y señalan a los grupos con "morales" similares -que no es lo deseable, claro-. Lo que a mí me preocupa en particular, es que la ley no asegura ese derecho que debería ser natural. Lo preocupante, es que se legisle en función a un código moral que no es compartido por toda la gente que vive en este país. Y que sólo son los grupos influyentes y poderosos los que hasta hace unos días, podían definir el comportamiento colectivo. (?)
Legislar en este sentido de las libertades, es sin duda "liberalismo". En México, este liberalismo social, es liderado por la "izquierda", y su contrapeso son esos grupos de "derecha", que casi en la mayoría de los casos, tienen una estrecha relación con grupos religiosos católicos.
Sin embargo, esa misma izquierda liberal, es tambien el contrapeso de un liberalismo económico impulsado por esa misma derecha. (¡uf! ¡Vaya paradoja!)
Es entonces, la oportunidad para que un tercer grupo, autodenominado "centro", o "izquierda moderada", que abandera la mayoría de los "liberalismos".
Pero, a pesar de lo influyente que se ha vuelto este grupo que impulsa TODO tipo de reformas liberales (sociales y económicas), yo todavía no estoy seguro de que en México estemos listos para "liberarnos" económicamente. ¿Porqué? Porque económicamente no hay igualdad en nuestro país.
Porque en esa competencia que debería significar esta "liberación", las reglas del juego permiten que uno pueda tener la inmensa mayoría de las canicas en sus bolsillos. Porque en esta carrera que significa el libre mercado, hay quienes ya arrancaron sus autos, y habemos quienes no tenemos dinero para tomar un camión. Porque aunque teóricamente todos tenemos la misma oportunidad, todavía hay millones de mexicanos sin acceso a la educación. Otros millones con acceso a una educación muy limitada, y pocos, muy pocos miles de mexicanos, pueden prepararse para entender las reglas de nuestro mercado y conformarse con saber que tienen acceso a esa "carrera" aunque bien saben que no existe manera de competir contra esos poquísimos cientos de mexicanos que sujetan las riendas de todo lo que se mueve en nuestro país.
Yo creo, sin querer sonar a uno de esos izquierdosos radicales, que las condiciones económicas en nuestro país no está listas para continuar con las reglas que se han puesto en los últimos años... que el que tiene más canicas, terminará con todas, que el que ha arrancado en primer lugar será el único que llegue a la meta, que el que se educa, podrá seguir abusando de los analfabetos.
Mi punto es, que si seguimos en jugando este injusto juego, pretendiendo defender las libertades económicas, no se está logrando el objetivo de la libertad, que es que todos podamos ser iguales y tener las mismas oportunidades.
Pretender esto, es, disculpen la burda comparación, como hablar de derechos humanos, e igualdad de derechos, en una sociedad donde se practique la esclavitud.
miércoles, marzo 21, 2007
Fue muy conmovedor, como cualquier funeral de una madre de hijos muy jóvenes todavía.
Todos los funerales, siempre me obligan a la reflexión sobre la muerte. Es un hecho, todos vamos a morir tarde o temprano, pero eso no es en lo que pienso.
La pesadilla más terrible que tuve en mi niñez, fue precisamente, soñar que morían mis padres, y esa sola idea, era capaz de hacer que se me nublaran los ojos y me dieran muchas ganas de pedirle a mis padres que nunca se murieran...
Con el paso del tiempo, la muerte ya era una posibilidad que consideraba ahora para mí mismo y cuando salía de una velación de algún difunto, aprovechaba la reflexión para decirle a mis padres y hermanos que si yo partía antes que ellos, supieran que había vivido una vida muy completa y que no me arrepentía de nada de lo que había hecho... Hacía esto, como una especie de preparación por si me tocaba morir primero... Sin querer, poco a poco, con el paso de los años, y de muchas reflexiones, he ido considerando, ya con menos terror, que algún día mis padres tambien morirán, y que, a pesar de lo mucho que los amo, no podemos hacer nada para evitarlo...
Pero ayer, en la misa, cuando ví las muecas de dolor de Jenny y de su hermanito de apenas 15 años de edad, un miedo nuevo se apoderó de mis pensamientos. Siempre había temido por la muerte de mis seres queridos, y de alguna manera, mi propia muerte, no me había causado tanto conflicto hasta ahora.
Me da miedo morir y dejar solos a Lina y a Andrés. Me da mucho miedo dejar a Andrés.
Ayer, en la iglesia, mientras pensaba en eso, me di cuenta de lo frágil que es la vida y de cómo mi muerte ahora afecta a personas que dependen de mí... y de cómo, morir ahora, me deja sin la oportunidad de escuchar la primer palabra de mi hijo, o no podré enseñarlo a andar en bicicleta... o a leer, o no podré darle un abrazo en las navidades, o hacerle las tareas, o llevarlo a la secundaria, ni tendría la oportunidad de que algún día, me diga llorando que soñó que yo moría...
Ahora que lo veo desde otro punto de vista, ahora como padre, me doy cuenta que me hacen falta por hacer tantas cosas, y es ahora, sin duda, la primera vez que me aterra morir, y dejar a la mitad el proyecto más importante de mi vida.
martes, marzo 20, 2007
Llegué justo cuando condenaban las iniciativas esas de la sociedad de convivencia que se sigue discutiendo en el DF... Poco faltó para que anunciaran el fin del mundo por permitir el pecado de la unión legal de homosexuales.
Usaban ese tipo de argumentos que usa Abascal, de la 'naturalidad' de la unión de un hombre y una mujer, que si está en contra de Dios, y que si por culpa de tanto 'degenere' a todos nos terminará chupando el diablo.
Yo sólo mantenía una sonrisa incrédula.
Una de ellas, luego-luego trajo el tema del aborto, y de cómo todos los legisladores locales del DF del PRD deberían ser excomulgados inmediatamente.
¿Cómo era posible que atentaran de esa manera contra la vida? No les cabía en la cabeza semejante aberración.
Y entonces, no soporté las ganas de opinar: "Y aunque fuera legal el aborto... ¿Tú abortarías?"
Y antes de contestarme, el humo de su cigarro se le atoró en el pescuezo, y se le saltaron los ojos: "¡Claro que no!", contestó sin pensarlo mucho, y en un tono que asumía que su respuesta sería obvia... "Y si fuera legal que pudieras tener una unión legal con otra mujer, ¿Lo harías?". -"¡Tampoco!", y ahora me miraban todas de esa forma en la que te exigen que continúes o te calles de una buena vez...
Así que seguí.
"Lo que pasa es que seguramente hay personas que sí están dispuestas a tener una unión legal con alguien de su mismo sexo y seguramente también habrá mujeres que quieren una opción legal para el abor..."-"Pero eso es pecado, es atentar contra la vida... y eso lo prohibe Dios!".
[En verdad es muy complicado poder hacer entender algo tan sencillo como 'las libertades individuales' a una persona con principios morales tan inflexibles y que además pretende que los deberíamos compartir y respetar todos los que los rodeamos]
Encendimos el segundo cigarrillo, y la charla comenzó a tomar tonos más fuertes y en el campo de esta batalla moralina, 4 representantes de la voluntad del mismísimo Dios, estaban en mi contra, ya cuestionando mi propia fé.
-"Esque entiendan que en este mundo tan plural, hay personas con moral más relajada..." decía yo, para defenderme ya en un tono mas bien conciliador... que en todo caso, cada quien es responsable de sus decisiones y que en la conciencia de cada quien caerá la culpa de los actos indebidos...
Una de ellas ya había considerado que la furia de Dios podría afectarnos incluso a quienes no somos pecadores... (sic)
Sin conseguir llegar a un acuerdo, -ni siquiera somos nosotros los legisladores- no quise apagar mi tercer cigarrillo sin dejar bien en claro cuál era mi posición:
"...pues yo estoy de acuerdo que la ley contemple voluntades que no afecten a terceros... que si te quieres casar con alguien de tu mismo sexo, cásate. Que si quieres abortar, aborta... que si no quieres ni casarte en una boda gay, ni quieres abortar, pues ni te cases ni abortes..." Además, para terminar mi discurso, utilicé una frase muy popular, que hace referencia a un papalote y a cómo cada quién puede hacer lo que le venga en gana.
Apagué enérgicamente el cigarrillo, y regresé al salón de donde había salido tan inoportunamente.
Pero no he podido abandonar el tema... Lo traigo vueta y vuelta en mi cabeza... y me di cuenta de cómo, hay personas que tienen ese afán de seguir tomando deciciones por los demás, y cómo esas mismas personas que consideran tener en su poder las reglas de comportamiento, intentan imponerlas a personas con la misma libertad de hacer lo que su educación, formación, entorno social y experiencia le dicte.
¿Quién puede decir qué es lo correcto? ¿En función de qué? ¿Comparado con qué?
Hasta cuándo nos vamos a dar cuénta que convivimos con personas con diferentes códigos morales, diferentes religiones, formas de pensar... incluso diferentes condiciones socioculturales y económicas, y que en todo ese mosaico de diferencias, la única manera de lograr la convivencia, es respetando las formas de pensar de los demás, y dejar de una vez por todas, que cada quién haga de su culo un papalote.
viernes, marzo 16, 2007
jueves, marzo 15, 2007
Siento muy raro, no sé si sentirme bien, contento, o comprometido con los pocos -muy pocos- comentarios que he recibido en mi blog.
El post en el que más comentarios he recibido, fué precisamente en un post que sale levemente del objetivo principal de este blog. Eso me hace pensar que la polémica de la política en México, que la materia económica, que este tipo de temas más escabrosos, son más rentables que hacer comentarios de anécdotas que no llevan a nadie a ninguna reflexión o simplemente a ningún lado.
Este post en particular, el inmediato anterior a éste, invitó a mis amigos a dedicarme sus comentarios... Hay uno, en particular, al que le quiero dedicar este post.
No es una respuesta formal. No. Seguramente, si pudieron leer tambien su comentario, en realidad, me convoca, a qué, aprovechando que iremos con nuestras familias a una playa del Pacífico, lo discutamos en persona... ¡Y cómo negar esa invitación! Si ya estaremos ahí, debajo de una palapa, con una hielera llena de cervezas, con nuestras esposas, ahí tambien, junto a nosotros, y nuestros hijos, haciendo castillos de arena. Porqué no traer de nuevo y poner en la misma mesa donde estará el ceviche, nuestros puntos de vista.
La verdadera intención de este nuevo post, es practicar, y hasta cierto punto, ordenar las ideas con las que debatiré este próximo fin de semana.
Trataré, en primer lugar, de aclarar, que nunca he dudado de la opinión que pudiera tener Calderón respecto a los monopolios... Es más, me atrevo a asegurar, que si hicieramos una encuesta en el Congreso de la Unión, una aplastante mayoría manifestará su desacuerdo con los monopolios... quizá se atrevan a mencionar al Señor de los Teléfonos... pero esa opinión personal, como la de Calderón, o como la de Zedillo, o como la de Salinas, no sirve de nada, mientras sus acciones no indiquen que pueden hacer algo para mejorar las cosas. Es decir, la demagogia, no nos resolverá nunca ninguno de nuestros problemas. Y sí. Digo demagogia, porque esos discursos "pro-libre-mercado", no sirven de nada sin las iniciativas de ley correspondientes.
Por otro lado, AMLO, quien en su campaña se rumoró, -nunca se probó- que era finananciado por Slim, y que francamente no lo dudo, tambien tenía ese mismo discurso antimolopólico. Pero él iba más lejos: Amenazó con quitar todos los beneficios fiscales y apoyos del gobierno a todas esas mafias que dominaban económicamente los mercados. Ese discurso, que según mi entender era dirigido a las cúpulas, fué malamente interpretado por el CCE, que aunque tambien empresarios, tambien poderosos, nunca de la misma envergadura... (De ahí que luego-luego respingaron: "Nosotros sí pagamos impuestos!"... AMLO les debió contestar: "Claro que sí, pendejos, el mensaje no es para ustedes", sin duda, era para su supuesto patrocinador...).
Por cierto, digo que no dudo que Slim hubiera financiado a la campaña de AMLO. Mientras la política sea un negocio, que lo es, Slim estará metido financiando no solo las campañas de izquierda, sino las de derecha y hasta las de juguete.
La intención de mi post, no era, mucho menos, sigerir que si AMLO fuera el presidente de México eso acabaría. No. Tampoco quiero decir que Calderón lo promueve. Tampoco. Sólo trataba de describir la situación actual del mercado y mi inconformidad con toda esa basura. Escribí, sólo para dar mi punto de vista de lo que pasa, según mi entender.
De pasada, hago una crítica, pero no sólo a los gobiernos ejecutivos de los últimos años, sino a los poderes en general, que, desde que este país ha girado a la derecha, se han propiciado las condiciones para que un solo hombre hubiera podido ganar sólo en 2006, USD$49,000,000,000, en medio de un país que apesar de los fantásticos números macroeconómicos, y de esta supuesta estabilidad, la pobreza se sigue tragando a más y más millones de mexicanos sin piedad alguna.
No, Esteban, queridos lectores. No es contra Calderón, ni a favor de AMLO. Es contra este sistema en el que estamos metidos, del que todos somos víctimas, y donde, todo parece indicar, los que deben defendernos, son los principales cómplices.
Este fin de semana, vistiendo sólo unas bermudas, unas sandalias y unos lentes para el sol, no habrá bloqueador solar que nos proteja de tan acalorada discusión al respecto... Lo presiento.
jueves, marzo 01, 2007
Eso, de entrada, nos da una idea muy clara de cómo es que en tan pocos años, Slim ha escalado en los peldaños de la escala de los hombres más ricos del mundo. Y por otro lado, el crecimiento del poder político y económico que el Grupo Televisa ha conquistado.
Ambos corporativos, con presencia en muchos países, dueños del oligopolio de sus sectores en nuestro país, son intocables por sus "competencias" y por reglas de competencia más justas.
Lo injusto, lo inmoral, es que es, precisamente en nuestro país, donde las tarifas de los servicios que prestan rebasan el límite de lo racional. Mientras en otros países, latinoamericanos, por ejemplo, entran a los mercados con precios competitivos, no se le ve final al abuso que por años, han sangrado a las clases medias de México.
El famoso "triple play", que pretende poner en un sólo cable señal de internet, televisión y telefonía, en escencia, debería significar un ajuste inmediato a los costos de tan necesarios servicios, pero no lo será. Y no lo será, porque en las cúpulas, nadie está dispuesto a dejar de ganar dinero a manos llenas. Seguramente, se alíen o nó Slim y Azcárraga, en algo estarán de acuerdo: Con este mercado tan grande, cautivo y consumidor, no se considerará bajar estos escandalosos precios.
Soy un tipo que trabaja para la iniciativa privada. He trabajado para empresas gringas desde que terminé la universidad. Y por cuestiones de trabajo, me he dado cuenta de los márgenes con los que se operan; estas compañías y los mayoristas, distribuidores y revendedores. Sé lo que cuesta ganarse el dinero, y sé lo que estos empresarios, medianos y chicos, están dispuestos a trabajar honradamente para hacer un patrimonio para sus familias. En eso estoy de acuerdo. Pero nadie de esa clase media, tiene a su alcance la posibilidad de ganarle el puesto que tiene Slim en la revista Forbes, por ejemplo.
Y es injusto, inmoral, insisto, que éstos oligopolios tengan márgenes de utilidad que rayan en lo absurdo.
Me tachan de "populista", cuando, sugiero que desde las instancias legales, se pudiera regular esto y se detenga este robo que hoy por hoy es permitido por las reglas actuales. Y me hace sospechar, que a ojos vistos, los políticos que podrían hacer algo para "homologar" estos márgenes con los de otros países del mundo, son sobornados, o se les impide, con los fraudes más descarados, que lleguen a posiciones políticas que pudiera atarles las manos.
Lo mismo pasa con los Salinas-Pliego, con los Coppel, con las tasas y comisiones bancarias -que en México, tambien son escandalosas- y nadie es capaz de hacer nada.
Tengo una hipótesis: Si el combate a la pobreza en México comenzara regulando los abusos de estas, y otras compañías, la riqueza, de manera natural, se podrá distribuir en más manos.
Imagino que a estos empresarios, privilegiados, era a los que se refería AMLO, cuando decía de quitarles todo tipo de subsidios y apoyos. Francamente dudo que se refiriera a los millones de empresarios que día a día salen a romperse el alma. Lástima que éstos mismos, siempre se sintieron aludidos, creyéndose, quizá del mismo tamaño que éstos que nos chupan la sangre todos los días, sin que nos demos cuenta.
Mientras escribía el post anterior, y mientras trataba de enumerar las anécdotas que he vivido con Andrés, no pude evitar recordar, tambien, escenas que me llenaron de nostalgia.
Traje a mi memoria, por ejemplo, esa escena cotidiana de cuando me despido, y con su manita me dice "adiós", mientras sus ojitos se llenan de lágrimas y en su boca aparece en automático esa mueca de llanto que me rompe el corazón.
O cuando regreso y abro la puerta, y corre con su andadera para encontrarme y enseñarme sus cuatro dientitos en esa enorme sonrisa, y cuando estira sus brazos para pedirme que lo abrace.
Y cuando lo abrazo, y me jala el pelo, y me dice cosas que pretendo entender. O cuando le doy su biberón, y me mira, apacible, mientras bebe.
Y mientras más recuerdo, más necesito de un licor muy fuerte. Que me quite este dolor, o me de sueño... porque el que tiene problemas para dormir, ahora soy yo.
Cada noche, la receta para dormirlo es diferente. Mecerlo en su cuna, o arrullarlo en los brazos, debería ser suficiente, pero con Andrés, nunca es predecible. Lo que una noche funciona, no siempre es garantía de tener el mismo resultado la noche siguiente. Cantarle por las noches, en ocasiones ha funcionado... Una vez, Lina le cantó esa famosa canción de los elefantes que uno por uno se iban subiendo a una telaraña... y con eso tuvo... pero a la noche siguiente, Lina perdió la cuenta y el número de elefantes era tan grande que ya no rimaba en la canción.
Otra noche, le canté una de esas canciones de cuna que las abuelas usaban muy eficientemente para dormir a los niños y lo logré. Tras repetir la fórmula, con esa misma canción le provoqué cólico.
Hemos intentado de todo. Una teoría era que debíamos cansarlo para agotar su reserva de energía. El método fué bueno sólo para mí, pues esa noche, rendido, dormí como un verdadero angelito.
A veces, Andrés no para de reir y con esas increíbles ganas de gatear y juguetear por todos lados... pero a veces, llora y no hay poder humano que lo consuele y nos deje dormir a nosotros y a los vecinos.
Esta actividad nocturna de dormir a Andrés, es a veces, como armar un rompecabezas diferente cada noche... y como todo juego de mesa, es tambien, en ocasiones muy divertido. Es además, una de esas actividades donde mi jóven familia se reune en una habitación, y podemos estar juntos y abrazados.
Y al final, después de lo fácil o difícil que hubiera sido dormirlo, cuando termina metido en la cama, en medio de los dos, y cuando gira y pone su pequeña mano en mi cara, me hace sentir muy feliz.
Hoy, que estoy descalzo, en una cama ajena, chateando con quién esté conectado y navegando por los canales de la televisión, y despues de cenarme un club sandwich, me doy cuenta de lo mucho que echo de menos a Lina y a mi hijo.
¿Y cómo no extrañar a este angelito?