martes, octubre 30, 2007

Hoy es un día diferente.

No puedo decir que sea un día especial. Sólo es diferente.

Los tacos de vapor que siempre van acompañados de abrazos de felicitaciones, esta vez tienen caras largas y frases con voces bajitas y lastimosas.

Es talvez, mi último día en la oficina. Hoy es mi último día en esta compañía.

Francamente me sorprendió mucho mi liquidación, pero más me sorprendió la forma en la que se dieron las cosas. Me siento víctima de una situación que está fuera de mi alcance y del alcance de mi equipo. Sin embargo, lo he aceptado con mucha calma y con mucho optimismo.

Esta es la tercer gran compañía en la que he trabajado. Incié mi carrera laboral en IBM hace exactamente 10 años, con una beca y una energía que se desbordaba turno tras turno extendido... Al cabo de una disyuntiva, decidí tomar la oferta de la liquidación, y separarme de mi primer empleo. Unos pocos meses después, Kodak confió en mis servicios y me contrató... pero las condiciones con las que trabajaba, no se pudieron adaptar nunca con la nueva condición familiar que tenía, y apesar de lo bien que me iba ahí, vendiendo equipos de radiología digital, decidí tomar la oferta de un gran amigo mío, para cambiarme de empresa, ahora a Lenovo... hoy es, pues, la primera ocasión de mi vida en la que deciden por mí, que debo dejar el trabajo.

No se siente nada bien. Es extraño. Es un bajo golpe a la autoestima y la soberbia.

Pero las múltiples muestras de cariño de quienes convivieron conmigo este año y medio, alivian cualquier dolor... y aunque es algo que desafortunadamente no puedo escribir en mi currículum, eso es lo más importante que me llevo de todo este tiempo: amigos que me aprecian y que se ganaron mi aprecio.

Además de mi liquidación, esa nueva colección de entrañables amigos es lo único que queda de esas largas y difíciles jornadas de trabajo.

Pero la vida sigue. Y las cosas pasan por algo. Y hoy, con un pie en la calle, recuerdo una frase que se usaba mucho en IBM por las fechas en las que me salí: "...hay que ir armando el paracaídas..." Afortunadamente, y con mucha suerte, logré armar uno que abriré mañana mismo.

domingo, octubre 28, 2007







Es increíble. A mí todavía no se me quita el dolor en el corazón por el accidente de mi hijo y apenas una semana después, Andrés está muy recuperado.
No cabe duda que los niños así como se caen, se levantan.

domingo, octubre 21, 2007

No tenía idea de lo difícil que era ser padre.

Habíamos pasado momentos difíciles: Noches en vela, enfermedades, llantos de dolor... pero hoy, me he dado cuenta de que todavía no he pasado por lo peor.

Hace unas horas, Andrés se cayó y se golpeó la boca con una bardita. El labio inflamado y la sangre no se hicieron esperar. Lo levanté inmediatamente y de entre la sangre quería ver dónde había sido el golpe y la sangre se me fué a los talones cuando ví que uno de sus dientitos superiores frontales se había recorrido para atras. Sí, se movió tanto que quedó perpendicular a sus compañeritos...

¡Cómo quisiera que eso que ví sólo fuera una pesadilla!

La sangre que salía de su encía y su labio mancharon de inmediato su camisa y la mía... y lo más rápido que pudimos, lo llevamos al hospital.

Afortunadamente no necesitó de algunas puntadas para su labio, pues hubiera sido muy difícil controlarlo... estaba tan asustado y adolorido que no dejaba de gritar y llorar y era prácticamente imposible ponerlo quieto para que lo revisaran... ya me imagino si hubiéramos intentado coserlo.

El diente seguía ahí, doblado para atras, y sangrando.... domingo de fiesta en Zapotlán, y no se me ocurría qué más hacer... y lo llevamos con mi tía Martha, una dentista retirada a la que hacía muchos años no visitaba... y ahí comenzó otro de esos episodios que quisiera arrancar de mi memoria: Con una gasa, y su fuerza, trataron de enderezar su dientito, mientras yo, con mis manos le mantenía la boca abierta e inmóvil. Juro por Dios que es la escena más fuerte que he visto en mi vida: Pero la encía de Andrés se partió en dos y el pedazo donde estaba el diente quebrado, se hizo ahora completamente para adelante... siento escalofríos y sudo helado cada que lo recuerdo. Mi tía, lo regresó de nuevo a su lugar, y cuando vió mi cara desencajada y con los ojos desorbitados, me trató de consolar diciendo que el tejido de la encía es de lo más noble y que se recupera fácil y rápidamente.

Yo no sé si tanta sangre, tanta lástima que sentía por mi pobre hijito que no merecía estar ahí, me hicieron sentir por un momento que perdía el sentido. Me sentía mareado, y por la descripción de mi esposa, tenía un tono verde en la piel que asustó a todos los que me veían.

-"Estoy bien, estoy bien... estoy aprendiendo a ser padre..."

Hacía mucho que no lloraba. Hacía mucho que no me salía de control. Hacía mucho que pensaba que mi cerebro era capaz de dominar mis emociones. Hacía mucho que no me dolía tanto una herida ajena.

Era la primera vez que veía la sangre de mi hijo.

Y hoy, cuando sigo peleando conmigo mismo para controlarme y olvidar todo lo que ví, me doy cuenta de lo mucho que duele ser padre. De lo difícil que es ver a los hijos lastimándose... sufriendo, llorando... de lo mucho que duele ver el dolor de los hijos.

No pasa un sólo día sin que mi hijo se encargue de darme una lección. No pasa un día sin que recuerde en la mañana o al acostarme la enorme responsabilidad de cuidarlo... no pasa un día sin que sienta la terrible sensación de peligro que lo rodea.

En este momento, cuando tengo el corazón hecho "pasita", y se acerca mi hijito y me sonrie con su labio hinchado y su diente sobrepuesto, me pregunto si él estará conciente de lo mucho que me ha enseñado el día de hoy.

martes, octubre 16, 2007

¿Quiéres ser mi novia?

Feliz 16.

Feliz 11, felices 3...

El fin de semana pasado, Lina y yo fuimos a las fiestas de octubre en Zapotlán... igual que aquella primera vez, hace 11 años, caminabamos lentamente por la feria, sin importar el murmullo de la muchedumbre, o el estruendo de las bandas que producían los agitados bailes de los asistentes.

Rodeados de cientos de desconocidos, solos, bajo un cielo nublado, este fín de semana, tambien caminábamos a ninguna parte, con la confianza de que estamos uno al lado del otro.

Un 16 de octubre como hoy, de hace 11 años, le pedí a Lina por primera vez que fuera mi novia. Incluso, un 16 de octubre, de hace 3 años, le pedí que fuera mi esposa, con templo, padrinos, fiesta y todo! Así que un día como hoy, tengo muchas cosas qué celebrar... por ser un "16 de octubre", podemos celebrar que hoy, hace 11 años, nos hicimos novios por primera vez y, desde hace 3 que somos esposos...

Recuerdo como si hubiera sido el fin de semana pasado, que un octubre de hace once años, unos amigos nos preguntaron: -"Oigan, güeros, ¿ustedes ya se dicen que se quieren?"... apenados, nos subimos en la caja de la pickup, nos abrazamos por el frío, y guardamos silencio por todo el camino... quizá, desde ese momento, sabíamos que nos diríamos que nos queremos por muchos años por venir...

El primer día de nuestra historia como pareja, sucedieron muchas cosas que nunca podré olvidar... caminabamos lento por las banquetas nocturnas de un Zapotlán de fiesta, tomados de la mano, besándonos en cada esquina... sentíamos el aire húmedo y fresco de esa noche que amenazaba con lluvia, y todavía puedo recordar, mirarla ahí, con su cabello corto, con sus preciosos ojos verdes llenos de brillo, y sus labios con estrellas. Un abrazo, un beso, un "hasta mañana"... y el latir acelerado de mi jóven corazón, la sangre incontrolable aturdiendo mis pensamientos, y el insomnio, y la sonrisa, y los ojos cerrados y la memoria reciente, y el primero de muchos poemas...

Hoy, apenas a 11 años de distancia, hoy que sus labios siguen robándo las estrellas del cielo nublado de octubre y que todavía puedo besarlos, hoy que me doy cuenta que todos mis viejos deseos se han convertido en realidad, no tengo más que celebrarlo, y sentirme muy feliz por eso.

Hoy, despues de tantas cosas y de tanto tiempo, puedo sentirme como en aquél lejano octubre que cambió el rumbo de mi vida para convertirla en la vida que hoy me hace sentirme realizado.

L: qsmn?

miércoles, octubre 10, 2007

Da vergüenza reconocerlo, pero no nos queda más que aceptarlo.

El tema de la corrupción en nuestro país, es un asunto genético. Sucede en todos los ámbitos de nuestra vidas: desde dar una vuelta en "u", que no está permitida, estacionarnos en raya amarilla, comprar un disco pirata, pedirle a un agente de tránsito que se haga de la vista gorda, y hasta hacernos de la vista gorda de los casos de corrupción que vemos cotidianamente.

Desde luego, los casos de corrupción más escandalosos están siempre ligados a los políticos que, además de su genética, esas prácticas están permitidas por su profesión.

Tenía ganas, desde hace días, expresar en mi blog mi total repudio a los escándalos de corrupción que poco a poco se están destapando acerca de Vicente Fox, su señora esposa y sus hijos políticos... y aunque se ha escrito ya mucho, y los caricaturistas en los diarios han expresado mejor que nadie lo que los mexicanos pensamos al respecto, creo que nunca será demasiado.

El tema de Fox, en particular, es un caso especial. Es un caso especial, porque más allá de lo lastimoso que hubiera sido su conducta, ofende por otro tipo de faltas. La desilusión, la descepción, la burla y la mentira... Cabe señalar en este punto, que incluso desde antes de su elección, yo no apostaba ni un cacahuate por ese señor, pero me queda claro que una enorme mayoría, incluso esa izquierda con la que concuerdo, confió en él... todos unidos, en una suerte de "voto útil", llevaron a Fox a la presidencia de la república. En una elección sin precedentes, millones de mexicanos confiaron en ese candidato la suerte del país, más allá de apostarle a sus capacidades personales o políticas, quedaba claro que la gente esperaba demostrarse a sí misma que era posible contar con políticos sencillos, de palabra, y con al menos un ápice de honestidad y respeto por el pueblo.

Esa enorme descepción que cada uno siente, multiplicada por los millones de votos que obtuvo, generan el ambiente de desapruebo y repudio a la expareja presidencial.

No. No se trata de asegurar que robó menos que los expresidentes del pasado... no se trata de saber que si robó menos es menos grave el asunto. No se trata de conformarnos con saber si Salinas robó más que Zedillo, y éste más que Fox. La gente, siempre sabía que un saqueo era lo menos que se podía esperar de esos políticos tricolores... La muchedumbre, ingenua, en verdad pensó que con Fox las cosas serían diferentes. Y si ahora, todavía existen quienes creen que todo lo que se dice de su inmensa e ilícita riqueza es falso, es porque simplemente no quieren ver la realidad. Nos timó, nos tomó el pelo. Nos robó tan descaradamente como lo hicieron todas esas víboras prietas y alimañas que había prometido encarcelar, y, poco a poco se convirtió en una de ellas, la más vil, quizá.

Además de esa desilusión, lo que más duele, es que en un afán protagónico, presuntuoso, se dé el lujo de mostrar el producto de su gestión, y se luce cual príncipe de la realeza, dejando ver un rancho, cuyo valor declarado, está por debajo de la mitad de lo que cuesta el minidepartamento donde vivo... ¿Dónde está el cambio? ¿Cuál fué la diferencia? Actuó exactamente de la misma manera en la que lo hacían los rufianes que nos hicieron asquearnos de la política: haciendo una fortuna inexplicable [?], dejando las cosas del país llenas de "focos rojos", haciendo gala de incontables casos de tráfico de influencias, ejerciendo todo el poder del Estado en procesos democráticos claves para la estabilidad política del país, entre muchas otras monerías del estilo...

Pero sí, el caso de Fox es diferente, más allá de la inmensa fortuna de la que ahora goza y que todavía no tenemos datos claves que nos muestre el tamaño del fraude, lo que más cala es la lástima de no haber aprovechado esa oportunidad de oro que le pudo haber llenado sus arcas no de dinero, sino de autoridad política y de respeto.

Debatir si robó más o menos que los anteriores es como tratar de defender a Montiel o a Madrazo porque uno ha robado menos que el otro...

Y hablando de Madrazo, de la genética, y de la corrupción como estilo de vida, dejo que Brozo lo comente por mí, porque a mí, no se a ustedes, se me cae la cara de vergüenza ajena:
Tú le crees a Madrazo? Yo tampoco.

jueves, octubre 04, 2007

Apenas a dos días de sus primeros 18 meses de vida, Andrés duerme una siesta, agotado, por la terrible noche que pasó.

Andrés está enfermo.

El departamento donde vivimos huele a vómito de Andrés... Lina y yo, ya hemos perdido la cuenta de la cantidad de vómitos que hemos tenido que limpiar y la cantidad de pañales que hemos cambiado...

El güerito está pálido y triste... y nosotros, completamente fuera de ritmo... ésta sería su segunda semana en la guardería, y no tenemos quién nos ayude a cuidarlo en estas situaciones.

Decidimos inscribir nuevamente a Andrés en la guardería, a pesar de tener ya una triste experiencia, porque, creemos que ya está en una edad en la que necesita socializar y aprender cosas de niños de su edad, que ninguna de las nanas que le habíamos podido conseguir, podía enseñarle... así que, el que mi hijo esté enfermo por segunda vez en su vida, es el precio, por tener la oportunidad de vestir un uniforme, convivir con niños de su edad, aprender cosas nuevas y descargar toda esa energía que en casa, solo, no tenía ningún cause.

Enfermito, pues, mi hijo ahora está en cama, como agotado por el desgaste físico que implica una enfermedad tan agresiva como vomitar y tener diarrea... El pediatra y nuestra homeópata nos dieron medicamentos para que pronto vuelva a su escuela.

Espero que en pocos días, Andrés pueda recuperar el brillo de sus ojitos, la ternura de su sonrisa, y la velocidad de sus pasitos...