jueves, marzo 18, 2010

El sábado pasado, saliendo de un bar, mi fiel teléfono fue víctima de mi borrachera y lo rompí accidentalmente.

La verdad es que estaba muy identificado con ese modelo de celular. Y aunque sé que lo voy a extrañar, decidí que sería reemplazado con un "smartphone".

Llevo toda la semana intentando aprender a usarlo. Un Blackberry debería hacerme la vida más fácil, pero creo que me está costando mucho trabajo "agarrarle la onda".

Lo cierto es que ya no sé si valga la pena aprender a usarlo, ya que según unos comerciales de radio, el 10 de abril, me van a suspender el servicio. (Si es que Telcel se deja, claro).

Por si no lo sabías, el 10 de abril vence el plazo para registrar tu número celular en una base de datos que promueve el gobierno federal. ¿El pretexto? Es una estrategia más para seguir cerrándole el paso al crimen organizado. ¿Suena lógico, no? Si un miembro del crimen organizado compra un celular para hacer cualquiera de sus fechorías, y si lo obligamos a que de sus datos, rápidamente, cruzando información con la cédula de identificación, podemos dar con él. ¡Claro! La víctima reporta el número, se localiza en la base de datos, y ¡listo! Tenemos su nombre completo, y con él, su dirección y su foto. Veo que el crimen organizado debe estar temblando ante esta iniciativa tan brillante.

Todo esto siempre y cuando, al malhechor en cuestión no se le ocurra falsear información... Es bien sabido que los delincuentes siempre dicen la verdad... sobre todo cuando se trata de sus datos personales...

Eso de la base de datos es muy buena herramienta, siempre y cuando, un delincuente no decida ahora robarse un teléfono de un ciudadano honrado para hacer sus crímenes... que dicho sea de paso, pondría en un serio aprieto al pobre tipo que haya perdido su celular, y que, por este simple trámite, ahora estaría implicado en algún caso de extorsión, o secuestro...

Tambien podría funcionar si se pudiera garantizar que esta base de datos no caerá por ningún motivo en manos del mismo crimen organizado.

Simplemente yo no confío en las autoridades. Me aterra imaginar esta lista de víctimas potenciales, revelando datos personales que el sentido común nos impide andar revelando a diestra y siniestra.

Por eso decidí no registrarme. No lo voy a hacer, y le voy a recomendar a quien pueda, que no lo haga. Lo peor que podrá pasar es que el 10 de abril, nos cancelen el servicio, y nuestros blackberries, sirvan sólo como una chafa cámara fotográfica y una carísima calculadora.

No tengo idea de cuántas personas con celular ya se registraron... Pero ante este clima de psicosis, donde el crimen organizado marca la agenda, y el gobierno brilla por su ineficiencia, prefiero, por seguridad, quedarme sin el servicio.

Mi apuesta, es que muchos como yo, concientemente dudemos de esta -una más- estúpida estrategia anti-crimen, y no nos registremos, y sea caótico cortarle el servicio a millones de usuarios que mantenemos en Forbes a Slim.

Sería "políticamente incorrecto".

Creo.