jueves, noviembre 06, 2008

Martes negro.

1. No quiero escribir sobre las cualidades y atributos positivos que Mouriño tenía. Y no por que no sea capaz de reconocerlas, sino por que en este blog, me había enfocado sólo a señalar las cosas que no me parecía correctas de él. Tampoco voy a volver a escribir lo que pensaba de él. Las cosas buenas o malas, había que decirlas en vida.

Sólo quiero escribir que el hecho de no simpatizar con él no significa que no sea capaz de sensibilizarme con el hecho. Al contrario. Quiero escribir que lamento muchísimo lo que pasó con él y con las demás personas que murieron en ese terrible accidente. Lo lamento por que Mouriño y yo teníamos algo bien importente en común: tenemos hijos... esposa.

Siento un terrible pesar por la mala fortuna de perder un ser humano, pero siento una inconsolable tristeza por imaginar una familia más sin padre. Y no puedo evitar estar conciente de que a todos nos puede pasar. Que en cualquier momento, un avión podrá caer en la cabeza de cualquiera, y sin importar si somos "buenos" o "malos", "ricos" o "pobres", "blancos" o "negros", nadie se lo merece.

2. Ganó Obama. Las encuestas atinaron, y con un 6% de diferencia de votos de ciudadanos, ganó la presidencia del país más poderoso del mundo. Los resultados oficiales y válidos para Estados Unidos, muestran que Obama ganó con más del doble de puntos electorales. La gente está feliz. Se siente. Incluso, quienes nunca seguimos de cerca la elección, podemos ser fácilmente contagiados por dicha alegría. Obama representa una esperanza para todos, y cuando digo para todos, es incluso para quienes históricamente han sido opositores: Chávez, desde Venezuela se dice contento, Evo, y hasta los cubanos que creen que Obama podrá levantar el "embargo", se ha contagiado el estusiasmo.

En horabuena. Ojalá se pueda demostrar pronto que un modelo capitalista puede tener matices sociales, y que ese esquema que se venía ejecutando y que al final recurrió a la ayuda del estado, es insostenible incluso para los más ricos del planeta, con mayor razón para los más pobres. Ojalá que todos esos latinos y negros, y minorías que vieron en Obama la esperanza, tengan lo que buscan. Ojalá que la actitud internacional de ese país sea más humana, pacifista, solidaria, cooperativa, y ayude a los que los países que lo necesitan, y dejen de pisar las espaldas de los países más pobres. Ojalá. Ojalá que Obama sea el ejemplo de que la igualdad de razas existe no sólo en su país, sino en el mundo. Que un hombre es un hombre sin importar su color, cómo piense y cuánto tenga, ni dónde viva, ni en qué crea, ni qué lengua hable. Cuando ese país deje de abusar, y por el contrario, ayude en el desarrollo social del mundo, se habrán cumplido las esperanzas de millones de seres humanos, que hoy estamos felices, aunque no hayamos podido votar por él.

Suena utópico. Hace 40 años también era imposible pensar en que alguien como Obama ganaría las elecciones.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ciertamente se han puesto todas las expectativas del mundo en Obama y el hecho de que sea negro no influye en que sea buen administrador y que dé a cada quién lo que espera del nuevo gobierno; pero (¡siempre poniendo peros!), como todo se mueve a base de money independientemente del origen o color del presidente, dime de cuántos US$$$$ va a disponer y te diré cuánto va a poder hacer para sacar a los que están o a los que se hacen que están en el hoyo por el motivo que sea. Aprovechando el espacio le aconsejo que empiece reconociendo que el dinero que se perdió en la bolsa era puro dinero virtual y por tanto no regresará a menos que la gente demande otra vez acciones lo que hará que se inflen los precios, que les pida a las hipotecarias y a los bancos que bajen sus porcentajes de ganancias y gastos ayudándoles él con baja de impuestos, otros gastos fiscales y trámites burocráticos, ¡que no se los ordene porque se apanican y seguirá el desmadre! y que ajuste sus planes para sacar a EU del atolladero al dinero disponible sin gastar más de lo mucho o poco que haiga dijo el ranchero, lo que quiere decir que no pida prestado ni que imprima dólares para poder dar gusto a toda la bola.