viernes, abril 23, 2010

Los puentes de Madison.

Cuando de cine se trata, pensar en Clint Eastwood, me trae inevitablemente, la referencia de un arma de fuego; su rostro duro frunciendo el entrecejo, y una escena de balazos en algún escenario desértico y polvoriento.

Hace unas horas vimos “The bridges of Madison County” (Eastwood, 1995). Una película que definitivamente le da un giro total a la percepción que podría tener de este “vaquero del viejo Oeste”.

“Los puentes de Madison”, es una película romántica que cuenta una de esas historias de amor que todos quisiéramos protagonizar en nuestras vidas. Es la historia de una pareja que en medio de la clandestinidad, encuentran la oportunidad de amarse apasionadamente y entregarse por completo. Es una de esas envidiables historias de amor que duran apenas unos pocos días, pero que son tan grandes que son capaces de mantener los corazones enamorados por el resto de la vida.

Al ver la película, es imposible dejar de cuestionarse si es posible encontrar para sí, una circunstancia como esas; si ya ha tocado la puerta y nos hemos negado a abrazarla; si el destino nos tiene preparado algo como eso en el futuro… O si ese tipo de pasiones sólo fueran producto de escritores de películas.

Lo que es un hecho, es que la trama, llena de escenas románticas, y eróticas, logra capturar la atención y el corazón de quienes decidimos “vivir” la historia. Conmueve a quienes pudimos sentirnos cómplices de ese amorío en secreto, y arranca suspiros y lágrimas a punto de brotar, mientras la imaginación, la fantasía y el deseo trae escenas amorosas –reales o ficticias- a nuestra memoria, con el afán de encontrar para nuestro corazón, una explosión de emociones como la que se muestra en la cinta.

Al final, los espectadores, terminamos sumergidos en una reflexión sobre lo importante que resulta ejercitar el músculo del amor. De lo importante que es mantener viva la llama de la pasión, para quienes no han tenido la fortuna de encenderla, buscarla, y para quienes recién la encuentran, hacer todo lo posible por que nunca se apague… Es un ejemplo de cómo es posible encontrar valores humanos muy superiores a los valores sociales bajo los que vivimos.

Ahora que estamos haciendo el ejercicio de ver películas de Eastwood, me deja muy gratamente satisfecho su trabajo de dirección y su actuación, mención aparte la conmovedora actuación de Meryl Streep, de quien terminarás enamorándote.

Me gustó mucho la película, porque creo que se mantiene en una zona muy pequeña donde logra emocionar, sin caer en una película rosa y cursi. Es una película donde Eastwood se ve como un galán, rompiendo todos los estereotipos que se había hecho en su carrera, y con una historia de amor que también se sale de lo convencional. Es como una muy bien lograda "balada rock".

De ahora en adelante, cuando de cine se trata, pensar en Eastwood, me traerá la imagen de un seductor bailando a media luz, con una mujer enamorada.

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