martes, noviembre 24, 2009

No es raro encontrar recientemente en la prensa mexicana, a columnistas que ya no pueden defender lo indefendible. Mañana, Gómez-Leyva, no será criticado por nadie. La gran mayoría de sus lectores, no podrán más que estar de acuerdo, con esos datos "duros" que incluso los "voceros" de la presidencia no pueden ocultar.

Lo que deberíamos cuestionarnos ahora es si los datos oficiales que se presentan, son reales o, apesar de lo crudos que pueden lucir, estén todavía "maquillados".

¿Quién puede, con todo lo mostrado, negar que vamos de pique? ¿Quién se atreve a decir que todavía "vamos por el camino de la recuperación? Ni siquiera los peleles del gobierno lo pueden hacer...

¿Cuánto Felipe Calderón queda?
La historia en breve.

Ciro Gómez Leyva
  • 2009-11-24•Al Frente

Tres cifras recientes resumen los tres años de gobierno de Felipe Calderón. La primera, ofrecida por él mismo: en lo que va del sexenio, otros 6 millones de mexicanos cayeron en pobreza alimentaria, “en una condición tal que la familia no tiene siquiera los componentes necesarios para la alimentación de sus hijos”. La Cepal redondeó la desolación: México carga hoy con 37 millones de pobres y 12 millones de indigentes.

La segunda es también cifra oficial. La PGR acaba de informar que 75 por ciento de los 227 mil detenidos en la lucha contra el crimen organizado han sido liberados.

La tercera es el cálculo del gobierno sobre el desplome de 7 por ciento de la economía nacional en 2009, lo que significa, entre muchas cosas, que hoy hay menos mexicanos con empleo de los que había el 1 de diciembre de 2006.

Pobreza-seguridad-empleo era el eje de la oferta de su gobierno. No se necesita mayor ciencia política para diagnosticar el tamaño del fracaso. Olvidemos el desánimo colectivo, la corrupción, las reformas fallidas, las crisis sanitarias, la carnicería en la guerra contra el narco, las visas canadienses… Y reconozcamos que la intemperie política es, indudablemente, menos conflictiva que hace tres años. Aun así, el saldo es demoledor: México tiene más pobres, más desempleados, más inseguridad.

Habría que remontarse al 1985 post-sismos de Miguel de la Madrid para hallar algo parecido. ¿Qué le pasó a Felipe Calderón? ¿Al México de Felipe Calderón?

Las encuestas enseñan que, pese a todo, al menos uno de cada dos mexicanos sigue confiando en que, como capitán, sacará al barco de la tormenta. Pero, ¿querrá él librar la tormenta? ¿Cuánto Felipe Calderón queda?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo obvio: es indispensable que llegue(n) al gobierno un(@s) ciudadan@(s) con suficiente claridad mental (no pendejos con iniciativa como los actuales, independientemente de partidos) para comprender que los políticos no son los que deben sacarnos del abismo, basta con que no nos empujen más a él; que la solución a la debacle vendrá cuando los esfuerzos de la población sean coordinados por dirigentes honestos y comprometidos con el bienestar social, o sea, verdaderos estadistas con visión de futuro, no lángaros que nada más piensan en llenarse los bolsillos de dinero ajeno hoy y mañana y el resto de sus vidas chapulineando de hueso en hueso. Ojalá y esta utópica solución ocurra antes de que cumplas tu segundo tercio de siglo; lo bueno es que no hay prisa y que, como dijo Dehesa, somos sufridores de alto rendimiento. Y de Felipe nomás queda Lipe al habérsele perdido la Fe, que, dicho sea de paso, también se le ha perdido a TODOS los políticos. ¡O corrígeme si es que hay alguno que se salve!.