En los primeros años de la década de los noventas, tuve mi primer acercamiento con la internet.
En ese entonces, usar la red internacional, tenía un espíritu más académico que comercial. Recuerdo que mi usuario de correo electrónico fue solicitado, mediante un e-mail, por medio de un maestro de mi universidad... entonces, despues de esperar algunos días, recibí una dirección muy impersonal y difícil de memorizar, llena de números.
Usar internet requería de un protocolo muy especial: Sólo había una computadora con modem, y estaba en una sala de profesores... por lo tanto, había la necesidad de reservar tiempo que iba de periodos de 10 a 60 minutos. En una hoja nos anotábamos para poder tener acceso. En las mañanas, la maestra Karla Puga, hacía la conexión, haciendo en ocasiones decenas de intentos de llamadas, hasta que el "servidor" pudiera aceptar el enlace; y además, era tan inestable que no le causaba sorpresa a nadie si derrepente se perdía el servicio... entonces, había que volver a llamar... recuerdo que nos conectábamos a un servidor que estaba en la universidad de Colima, por lo que implicaba llamadas de larga distancia. Eso hacía que, aunque ninguno de los usuarios pagaba un peso, todos tuvieramos muy claro que ese servicio, por más malo que fuera, era un lujo y costaba mucho dinero.
De una manera muy lejana y ya muy borroso, recuerdo las muy limitadas opciones que teníamos... había un menú para seleccionar las opciones válidas, desde crear un email, hacer una búsqueda, había un chat muy precario y menos de una decena más de opciones que seguramente nunca usé.
El uso de correo electrónico y el chat con universitarios desconocidos de otras partes del mundo eran las funciones más frecuentes por los pocos que usabamos el internet; sin ser expertos, podíamos augurar el éxito de estas funciones, aún sin poder pronosticar la evolución tan dramatica que ha tenido la interfaz de texto monocromático que usábamos a las modernísimas interfases gráficas que hoy hacen el entorno mucho más amigable y sencillo.
Recuerdo que en aquellos entonces, las opiniones de muchos profesores experimentados, echaban las campanas al vuelo, afirmando que con el desarrollo y mejor difusión de internet, los jóvenes, al verse interesados a usar el chat y el correo electrónico, desarrollaríamos las habilidades de redacción, y el gusto por la lectura y la composición... Se aseguraba entonces, que se retomaría el romanticismo epistolar que se había sumido en un proceso de decadencia desde el uso y abuso del teléfono, y según ellos, esta oportunidad de escribir y leer cartas de manera instantánea, le regresaría a los jóvenes el gusto por las letras.
Hoy, la internet es miles de veces más poderoso y amigable que cualquier pronóstico del pasado. Los usos y funciones de la red, se han diversificado tanto que prácticamente cualquier cosa puede ya estar conectada a internet para optimizar su funcionamiento. Y mientras antes nosotros necesitábamos especificar una ruta de acceso a tal o cual servidor para hacer una consulta, hoy existen bancos de datos tan grandes que prácticamente no hay información -útil o no, veraz o no- que no se pueda consultar fácil e instantáneamente.
Ajeno tambien a cualquier pronóstico, se ha vanalizado tanto el uso de la red, que parece increíble la poca seriedad que se le da a esta herramienta tan poderosa.
Hoy quise escribir al respecto, porque en las últimas semanas, he tenido la oportunidad de navegar por cientos de blogs, flogs, y páginas por el estilo, y lo que he encontrado, lamentablemente tambien se sale de aquel pronóstico que hicieran los expertos: Los jóvenes usuarios de internet, no saben escribir.
No quiero sonar ñoño, ni cursi, ni fresa ni nada de eso... quiero hacer esta autocrítica de la
manera más responsable posible. Los jóvenes que tienen sus propios espacios en internet, hacen un esfuerzo extraordinario para que sus palabras esten completamente mal escritas. En general no hay ideas claras, ni propositivas, ni creativas, ni útiles. En general, los sitios coinciden en un tremendo vacío de ideas, contenidos vanales y de una crónica enfermedad de abusos de faltas de ortografía, gramática, sintaxis, redacción y estilo.
He notado una proliferación de temas sexuales, en su mayoría en autores de menos de dos décadas de edad, publicacion de fotos sugerentes y con altos contenidos sexuales por jovencitas de todas las clases sociales. Insisto, no es mi intención sonar "mocho", o intolerante... es más, no me molesta... sólo quiero hacer la reflexión de que parece que eso es lo que circula en las ideas de nuestros jóvenes.
Me preocupa, porque se supone que todavía hoy sólo una pequeña fracción de la sociedad tiene acceso a internet, una población que además, tiene acceso a educación formal y que pertenece a sectores sociales productivos y de cierto nivel cultural y económico. ¿Qué estará pasando por las cabezas de los más pobres?
Quiero hacer la aclaración de que aunque generalizo, tambien he encontrado páginas de internet de jóvenes que publican planteamientos creativos y que muestran una capacidad intelectual y un nivel cultural que debe rebasar el promedio... pero son los menos. Y no son suficientes. Nuestra sociedad para poder crecer, necesita más jóvenes pensantes y menos analfabetos funcionales.
Hoy, lo que parece una moda de escribir en un lenguaje vulgar, corriente y escribir sin respetar las mínimas reglas gramaticales y ortográficas, significa para mí, un vertiginoso avance de la ignorancia y el riesgo de un terrible golpe a la cultura de los mexicanos del futuro.
En un esfuerzo por intentar que este blog sea un abono para el estímulo de más blogs con contenidos positivos, le agradezco a usted, amable lector, que esté terminando de leer este post, aunque al terminarlo, se vaya a un metroflog a ver las sugestivas y eróticas fotografías de alguna jovencita que apenas pueda escribir dos o tres palabras sin faltas ortográficas...
Hoy estamos celebrando el primer aniversario de este blog.
miércoles, enero 02, 2008
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1 comentario:
Dos comentarios:
Nos hemos olvidado que la madre naturaleza (o como cada quién quiera llamarle) nos programó para nacer, crecer, reproducirnos y morir. Entonces, los jóvenes están en plena efervescencia sexual y eso es lo único que interesa a la mayoría según se ve. Esto viene a colación porque, todavía no hace mucho tiempo, a los 8 años l@s niñ@s ya estaban trabajando, a los 13 ya se estaban reproduciendo y a los 30 ya se estaban muriendo porque el promedio de vida era muy corto. Estoy de acuerdo que solamente la educación podrá sacarnos de ese círculo vicioso, pero hay un pequeño detalle: los maestros que tenemos, claro, sin generalizar... Mejor aquí le corto, si no no acabo nunca.
El otro comentario es sobre los cohetes: prohibirlos es atentar contra nuestros usos y costumbres, según más de algún demagogo de los muchos que pululan en este país...
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