jueves, enero 25, 2007

Introducción a la comida chatarra I.

Lección 1.

Poco a poco, he retomado nuevamente mi dieta normal.

Anoche, en el camino a casa, nos detuvimos en un "Carl's Jr.", y le pedí a Lina que me acompañara a comerme una de esas jugosas hamburguesas de a seis dólares, sólo para probar que mis heridas están completamente sanas.

Pedimos una sillita para sentar a Andrés en la mesa junto con nosotros, y seguramente, el sentirse nuevo en ese ambiente, lo mantuvo tranquilo por varios minutos... Miraba para todos lados, observaba a la gente que pasaba por nuestro pasillo, miraba los adornos multicolores del restaurante... lo miraba todo. Lo hizo por suficiente tiempo, como para poder cenarnos nuestras hamburguesas tranquilos y luego, entrar en una acalorada discusión sobre el precio controlado de la tortilla... que si es populismo, que si eso es contrario a lo que Calderón había ofrecido en su campaña en materia económica... y en medio de esa charla, Andrés estiró la mano y de mi charola agarró un puño de papas fritas que de inmediato se llevó a la boca, como si las papas a la francesa, fueran su comida favorita.

¿Por qué negarle el comer unas papitas fritas? ¿Por qué no darle a bienvenida a este alimento "chatarra" tan significativo en nuestra cultura pop? ¿Qué daño podría hacerle unas papitas, cuando su padre se ha alimentado de ellas toda su vida?

¿Cómo no darle la bienvenida a sus nuevos dientes superiores con unas frituras tan sabrosas?

Hijo, tu padre está orgulloso de mostrarte un mundo diferente al que te ha ofrecido Gerber.

Bienvenido a la comida chatarra.

1 comentario:

Anónimo dijo...

bendita comida chatarra que tiene la cualidad de ponernos a todos de buen humor... el problema de salud en nuestro mundo NO son los doritos nachos, los gansitos, el McDonalds, el vino tinto, las cervezas o los cigarros, el problema son los excesos, porque la chatarra funge maravillosamente como rellenador de vacios.