lunes, julio 25, 2011

Qué mejor manera de retomar este blog, despues de siete meses de receso, que para escribir mi carta de los 35 años.

Si me lo preguntan, responderé que estoy bien. "Muy bien".

Lo interesante es que nunca antes, las palabras "muy bien" habían sido tan fieles. Si. No es un formalismo, una respuesta automática; una respuesta fácil que me quita el compromiso de responder realmente cómo estoy, y que tampoco compromete a quien pregunta. Esta mañana, en esos minutos de reflexión justo despues de despertar y hasta que me tengo que levantar, por el asalto tempestivo de mi hijo en mi cama, me di cuenta de lo bien que me siento.

No sé exactamente desde cuándo puedo decirlo con tal conciencia. Tener una hermosa y amorosa esposa, y dos hijos sanos y adorables debería un motivo más que suficiente para tener una incalculable satisfacción. Pero mi bienestar va más allá: Desde hace algunos años, quizás desde que planeamos pasar la vida juntos, Lina y yo nos habíamos propuesto como pareja, y ahora como familia, un proyecto de vida en el que daríamos más prioridad al desarrollo personal, interior, donde pasar el tiempo juntos, como familia, debía de ser la base de todo.

Nos habíamos imaginado una casita pequeña, con un jardín grande donde podríamos sembrar un árbol frutal o una pequeña hortaliza... y donde jugaríamos con un perro junto con nuestros hijos; Yo tendría un empleo de medio tiempo, para ganar justo lo suficiente para pagar las cuentas, y por las noches, veríamos las estrellas con un telescopio, oiríamos un disco, veríamos una película, jugaríamos cartas, y nos reiríamos mucho despues de la cena.

Intentaríamos desarrollar en nuestros hijos el hábito de la lectura, y descubrir en todos nosotros el potencial de la apreciación artística... La salud familiar, debía depender de una rica dieta balanceada y disciplina en el ejercicio físico.

Ese proyecto, nunca nos ha abandonado. Por el contrario, en el borde de la necedad, Lina y yo platicamos al respecto en el poco tiempo que podíamos estar juntos... o por teléfono, o en el chat... y siempre salía este tema, para aligerar las cargas por las presiones del trabajo, de las deudas, de la falta de tiempo libre, del estres que siempre ocupa la mayor parte de nuestros pensamientos, o cuando nos hacía levantarle la voz a nuestros hijos porque no se están en paz, o porque con un pelotazo, me tiraron los papeles de mi escritorio.

No tengo nada de qué arrepentirme. Pero estos últimos 15 años trabajando para la industria de la electrónica, no sólo no nos acercabamos a nuestro proyecto, despues de todos estos años, no nos gustaba vernos a nosotros mismos: Vivímos en un edificio, en un departamento donde es imposible que pueda jugar un niño de 5 años, el trabajo de oficina me mantenía lejos y ocupado las mejores 10 horas de mi día, y regresaba a casa cansado, con hambre, sin ánimos para jugar o para hacer ejercicio... Pero sobre todo, yo regresaba vacío. Con la sensación de que todo lo que hacía no sólo no tenía nada que ver con mi proyecto personal, sino que no me nutría ni me desarrollaba interiormente.

Me di cuenta que vivía una vida persiguiendo objetivos banales basados en desarrollar habilidades que me alejaban de la humanidad que estoy buscando y me acercaban más a la frialdad que exigen los resultados. Me convencí de que la promoción, el aumento de salario, la nueva posición en el organigrama, no eran las zanahorias que a mí me interesa perseguir... sin embargo, ahí estaba yo, jugando un rol que en automático, sin darme cuenta, me fue impuesto y no tenía modo de safarme de él. Por todo este tiempo era mi única alternativa y jugué con la ferocidad que se requiere para mantenerse vivo en esa competencia.

No sólo no tengo nada de qué arrepentirme, sino que tambien tengo mucho de qué agradecer. El trabajo de estos últimos años, vacío e inútil para mí y mi proyecto, fue la manera más digna y fácil de ganarme la vida. Creo haber sido un empleado responsable y comprometido. Nunca antepuse mis deseos personales e invertí muchas horas, mucho empeño, todo mi talento, y sobre todo, la mejor actitud de la que disponía. Conseguí muchas cosas, un buen puesto, un buen salario, mucha experiencia... pero cada día que regresaba a casa, en medio de ese desfile de caras largas y cansadas, me reprochaba una y otra y otra vez, por qué no era capaz de retomar ese proyecto que con el sólo hecho de pensarlo hacía más placentero mi retorno.

No debe haber proyecto más complicado que el de intentar alinear a los planetas. Así que siempre intentamos guardar un poco de hígado despues de las horas de oficina para hacer el esfuerzo de desarrollar proyectos que pudieran darnos una nueva oportunidad. Nos ha costado muchos años. Muchos desvelos. Lágrimas. Viajes largos, riesgos, y hemos apostado grandes sumas a una tirada de dados. Y aunque es muy prematuro decir que estamos listos para vivir nuestra nueva vida, con el negocio, el doctorado, la construcción de la casa, y con mi reciente y quizás sorpresiva -incluso para mí- separación como empleado, puedo decir, al inicio de mis treinta y cinco, que parece que cada día que pasa, estamos más cerca del mañana.

Si me lo preguntan, hoy, más que nunca, podré decir que estoy muy bien.

viernes, diciembre 24, 2010

Andrés terminando los detalles de su nacimiento.

Todas las navidades son muy especiales.

Es una temporada donde todos nos ponemos de acuerdo en algo: es una época de paz y amor. Es cuando la ilusión, los sueños y los mejores deseos, inundan los corazones de la gente buena. Cuando los abrazos honestos, los besos, y las mejores compañías alimentan nuestros espíritus. Por eso me gusta tanto la navidad.

Sin embargo, no tengo dudas en presumir que ésta es la mejor navidad para nosotros. Lo es, porque además de esperar la llegada del niño Dios, esperamos tambien un hijito. A partir de esta semana, nuestro bebito puede nacer en cualquier momento. Lo esperamos con mucha ilusión, con mucho amor, y como lo que es, el mejor regalo, la mejor bendición, que cualquier familia puede recibir.

Cada bebito, viene al mundo con un contexto diferente. Ningún niño nace con las mismas condiciones que otro. Y eso me emociona. Quizás no había escrito nada al respecto en este blog, pero incluso, eso es parte de este diferente contexto. He cambiado, no he dejado de cambiar. A lo largo de este año, principalmente de estos nueve meses, he estado concentrado en mil cosas. Casi todas, enfocadas en darle a mis hijos mejores condiciones.

Este año, he ido a la escuela, he trabajado mucho, Lina y yo hemos invertido muchas horas -muchas que debían ser para el descanso- en nuestro proyecto, ha sido el mejor padre que he podido ser. Cuando mi nuevo hijito nazca seguramente encontrará al mejor papá que puedo ser. Me estoy preparando para eso. Todas las cosas que hago, todo lo que pienso, está pensado para serlo.

Estamos ansiosos de que llegue. Sabemos que puede ser en cualquier momento, así que cada minuto que pasa, quizás mientras escribo estas líneas, avisará que quiere nacer. Cualquier momento será el mejor, sin duda.

Siento que una estrella muy brillante está sobre nosotros, iluminando nuestra ilusión de recibir un bebito que será pieza fundamental en nuestra creciente familia. Vendrá a romper ese equilibrio que habíamos conseguido despues de casi cinco años con Andrés. Vendrá a jugar como local, como protagonista, será una persona que reclame su espacio, que pida la palabra, que seguirá educándonos. Vendrá a enseñarnos.

Vendrá y nos hará reír con su alegría, nos hará llorar con su dolor; jugará con nosotros tres. Nos dará, con su corazoncito, una nueva enorme dosis de amor. Nos dará con sus manitas dulces caricias y besos únicos.

Lo esperamos, decía, con mucha ilusión. Muero de ganas de tenerlo en mis brazos, de besarle su frente, contemplarlo mientras duerme. De conocerlo. De educarlo, escucharlo, de descubrir junto con él, cuál es su misión en esta vida.

Por eso, envueltos en esta hermosa y genuina sensación, no puedo más que deseale a todos ustedes, que esta navidad sea tan especial como lo es para nosotros. Que sus sueños y deseos se cumplan como se comienzan a cumplir para nosotros... y ojalá todos, llenos de felicidad, podamos ofrecerle a nuestros hijos, a todos nuestros hijos, un mundo mejor.

Les deseamos una muy feliz Navidad, con mucho amor,

Lina, Alex, Andrés y su hermanito por nacer.

Andrés posando con su nacimiento terminado.


miércoles, diciembre 22, 2010

Debió ser hace casi 30 años, en la víspera de navidad como ahora, que mis papás nos compraron un nacimiento en Tlaquepaque. Lo recuerdo perfectamente. Eran unos muñequitos de barro pintados de blanco con vivos dorados y negros.

Originalmente los pusimos en una mesita junto al sillón, a un lado de la ventana. Seguramente era de los primeros nacimientos que yo veía, y el primero que armé con mucha ilusión.

En esas fechas, en cada casa a la que iba, a cada tienda, en cada lugar, buscaba encontrar un nacimiento. Los contemplaba todos. Me sorprendía encontrar figuras originales que enriquecían la puesta en escena: diablitos, ángeles, animales de todo tipo, muchos pastores en todas las variantes posibles, en fín.

Pero hubo algo, una única cosa, que quería para mi nacimiento que apenas tenía al Señor San José, a la Virgen María, al niño Dios en su cunita, los tres reyes magos, una vaca y un burro: Quería una cabañita. Un portal dónde meter todas las flamantes figuritas.

Le pedí a mi papá que me comprara una, y él me dijo que era algo que se podía hacer en casa. Entonces le pedí que me hiciera una.

-¿Papá, me haces una casita para mi nacimiento?
¿Papá? - y le jalaba el pantalón para que me hiciera caso.

Recuerdo que se lo pedí una y otra vez, y siempre encontraba un pretexto para posponer ese proyecto. Pero yo no dejaba de insistir hasta que un día, despues de muchos intentos lo acorralé de tal manera que no tuvo oportunidad de escaparse.

Recuerdo con mucha claridad que se sentó en la mesa del comedor, tenía una caja vieja de zapatos, una navaja, un lápiz y una regla. Y sin hacer mucho preámbulo, comenzó a trazar rayas sin un sentido aparente en la caja ante mis ojos curiosos y llenos de sorpresa.

Sin duda no tardó más de 10 minutos cuando la navaja le ayudaba a retirar trozos de cartón, y la caja de zapatos, poco a poco se fue convirtiendo en una moderna, estilizada, simple y adorable casita para mi nacimiento. Mi sonrisa no era suficiente para expresarle mi agradecimiento y mi admiración por la facilidad con la que hizo esa artesanía. Pero eso no era todo: Con pedacera de papel para envolver regalos, que tenía el estampado de grandes ladrillos rojos, hizo unos recortes para forrar la nueva casita y darle un acabado increíblemente encantadora. Mis ojos no podían estar más abiertos, atónitos ante una obra de arte que había surgido de una caja y un papel que se rescató de la basura. Mis manos pequeñisimas, tomaban la figura y la giraba para poder contemplar cada detalle, sus ventanas, su cerca con cada uno de sus troncos, la forma en que se dispuso el tejado... todo con una precisión y nivel de detalle que superaba por mucho la casita que yo me habría imaginado.

Inmediatamente, puse todos los monitos dentro de la caja y debí pasar horas contemplando y jugando con ese nacimiento.

No recuerdo, a la distancia de los años, qué fue lo que pedí y qué fue lo que me trajo de regalo el niño Dios. Pero esa navidad de principios de los 80's, será inolvidable para mí, por ese fantástico regalo que mi papá me hizo completando ese nacimiento que todavía tengo tan presente.

Hace unos días, mientras organizabamos el cuarto de los niños -en plural-, desprendimos una lámina de cartón donde Lina y yo teníamos un control gráfico de los proyectos de nuestro negocio. Hasta hace poco, el cuarto de Andrés era tambien nuestra oficina y ahí teníamos un pintarrón, un corcho con un montón de pendientes pegados, y esta enorme lámina de cartón que al final, estaba lleno de rayas que ya nadie leía. Todo éso, junto con muchas otras cosas de la "oficina", tendrán que salir para darle el espacio al hermanito de Andrés.

El caso es que, un día de esta semana, cuando llegué a la casa, me encontré esa lámina que debía ir a la basura, con un enorme trazo de un nacimiento que Lina dibujó. Andrés me esperaba con sus pinceles y unos botecitos de pintura de muchos colores.

-¿Papá me pintas mi nacimiento?
¿Papá? - y me jalaba el pantalón con una mano y sacudía la otra con un puño de pinceles.

-Esta historia ya me la sé. -Pensé. -Y ya sé cómo terminará todo esto.

Así que me puse en "ropa de carácter", organizamos los colores, y comenzamos a pintar.

Esa noche, Andrés pintó hasta que él mismo se sintió cansado y me pidió que terminaramos para ir a dormir. Pero pintó con mucha pasión. Con la actitud de un profesional. Eligió adecuadamente los colores de la postal, y con mucha paciencia pintó grandes áreas del cartón con finísimos pinceles diseñados para hacer dibujos pequeños.

Ya en cama, unos segundos antes de dormir, nos dijo: "¿Nos está quedando bien bonito el nacimiento, verdad?" -Sí, hijo, muy bonito. Le dijo Lina.

No estoy seguro si Andrés recuerde dentro de 30 años qué regalos recibirá esta navidad. Pero lo que yo le estoy pidiendo al niño Dios, es que me conceda que mi hijo recuerde esa noche como la noche en la que hicimos juntos un enorme nacimiento, y que nunca olvide la hermosa sonrisa que pudimos pintar en su rostro mientras pintábamos al niñito Dios.


Andrés innova pintando una estrella anaranjada, mientras su papá trata de corregir las manchas azules que debían pintar el vestido de la Virgen.

Andrés y su papá terminan la primera etapa de la acuarela. Le han invertido ya un par de horas y el dibujo ya va tomando forma.

domingo, agosto 22, 2010

El asunto en realidad va más allá del interés por los niños. Desde hace muchos años, los niños en este país sufren violaciones a sus más elementales derechos. Cada vez más, están privados de una buena alimentación, una buena educación, una buena atención médica. Son explotados laboral y sexualmente. Una buena parte de ellos, sufren violencia intrafamiliar y la sociedad difícilmente voltea a verlos a pesar que están por todos lados limpiando parabrisas, vendiendo chicles, vagando por los parques de las grandes y de las pequeñas ciudades.

Si Sandoval Íñiguez en verdad estuviera preocupado por los niños de este país, no sólo se quejaría por el daño que les pueda causar a aquellos que terminen adoptados por parejas homosexuales. Parece que para Sandoval, esta nueva amenaza, es peor que todas las anteriores juntas. De otra manera no me explico cómo nunca enfrentó al Estado con ésta energía para sacar a los niños de esta condición. Ni siquiera voy a mencionar a los niños que fueron -y son- víctimas de sacerdotes pederastas.

El conflicto, insisto, no es por los niños. Va mucho más allá: A la Iglesia católica mexicana no le gusta que se apruebe civilmente algo que para ella es pecaminoso. ¿Cómo va a decirle a sus fieles que la homosexualidad es pecado, si ahora la ley hasta reconoces sus uniones?

Parece que a la sociedad mexicana, no nos ha quedado claro que el Estado es una cosa, y la Iglesia -cualquiera- es otra. Extraño, porque desde el imperio romano, ya se hablaba de esta sana distancia: "Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios"... pero como en México, la Iglesia católica tiene un enorme poder político y económico, es capaz de opinar en lo que a las leyes civiles se refiere... Y ahora que aparentemente las opiniones de los jerarcas religiosos no han sido capaces de influir en los temas "del César", pues causa profunda conmoción.

Resulta que desde que la ley en el Distrito Federal aprueba abortos, matrimonios entre personas del mismo sexo, y ahora adopciones homoparentales, la Igliesia pudiera estar perdiendo influencia en la ciudad más grande del mundo. Eso le debe causar comezón a cualquiera.

Pero deberían entenderlo. Imaginemos que la comunidad de los Mormones, se pronunciara a favor de que se prohíba legalmente el consumo de café, tabaco y alcohol. Seguramente podrían argumentar sus razones no sólo desde el punto de vista religioso. Pero el hecho de que para ellos el consumo de estos productos sea pecado, no significa que quienes no compartimos su fé no lo podamos hacer, aunque estemos concientes de lo nocivos que puedan resultar; O que la comunidad indú en México, pudiera gestionar para que se prohibiera civilmente el consumo de carne de res. Apuesto que ellos tendrán razones de suficiente peso como para que en su religión se obedezca esta disposición... pero definitivamente no prosperaría esa iniciativa... Y seguramente podríamos continuar la lista con costumbres y creencias de todas las religiones del mundo que nos resultaría ridículo convertirlos a ley...

Ahora imaginemos que no se pudiera legalizar la unión civil homosexual sólo por que para la Iglesia Católica la homosexualidad ni siquiera es aceptada.

Lo que el Cardenal, y todos los sacerdotes de este país deberían hacer, es asegurarse que todos sus fieles católicos, ni se hagan gays, ni mucho menos se casen entre sí. Independientemente de la legislación vigente. Del mismo modo que los Testigos de Gehová, no celebran el día de la bandera aunque ese día hasta se suspenden las clases en las escuelas; como sucede con todas las religiones que encuentran contradicciones entre su fé y las leyes civiles.

Apuntes.

- Juan Sandoval, dijo que a ningún niño le gustaría ser adoptado por unos maricones. Y mucha gente podrá estar de acuerdo con él en ese aspecto. Se apela a la falta de identidad por la ausencia de una figura paterna y una materna. Como si los hijos que pasan toda su niñez en una casa de asistencia, pudieran aprender lo que es una familia.

- En cualquier otro caso, cuando un ciudadano es acusado de difamación, y se le comprueba, es castigado por la ley. En el caso de la demanda que fue interpuesta contra Sandoval Íñiguez, de proceder, el religioso tambien tendría que enfrentar sus responsabilidades civiles. Esto dejaría más clara la separación entre la Iglesia y el Estado: Los curas ni son legisladores, ni tienen fuero.

- Hablando de temas de educación, no se puede juzgar la calidad humana de las personas ni por su raza, su religión o su identidad sexual. En un país donde la diversidad es una realidad, el que un niño crezca en un seno homoparental debería funcionar para que poco a poco se elimine la homofobia de la cultura social.

domingo, junio 06, 2010

*
Despues de 22 años, esa mañana ella despertó súbita e inexplicablemente de su coma. Lo miró más viejo y con su pelo lleno de canas. Miró con asombro su rostro sonriente y sus ojos llenos de lágrimas. Él, no perdió el tiempo explicándole lo que había ocurrido; para ella sólo había pasado una noche, y tantos cambios le causaban muchas preguntas. En cambio, él trató de que fuera un día normal, como si nada hubiera pasado. Le hizo el desayuno y le dijo cuánto la amaba. Ella comenzó a sentirse abrumada por las intensas muestras de cariño. Al final del día, él le sirvió un té y la preparó para dormir.

Ella murió esa noche mientras dormía.

*Basado en una historia real.

martes, junio 01, 2010

Me gusta dibujar. Tengo recuerdos viejísimos dibujando. Y el dibujo, nunca me ha abandonado en el transcurso de mi vida. No puedo evitar hacer unos trazos tan pronto tengo un lápiz y un papel.

Recuerdo que en secundaria, asistí a clases de pintura con Tijelino. Más tarde, fui a clases de dibujo a la casa de la cultura. Luego aprendí a pintar con acuarelas y con óleo. Hoy dibujo tanto en las libretas de apuntes como en los pintarrones de la oficina.

Una vez, cuando yo tenía unos 10 años, descubrí arriba de un librero de mi papá, una carpeta hecha con cartoncillo, dentro de una bolsa de plástico llena por el polvo, una colección de dibujos míos de cuando yo era un niño muy pequeño. Tenían mi nombre y la fecha. Eran dibujos hechos con pincelines, o con lápices de colores.

Todavía recuerdo la fascinación que sentí al ver tantos dibujos míos que yo no conocía. Tambien recuerdo que mi papá me dijo: "Estos son mis favoritos", cuando me sorprendió con su colección en mis manos.

Me sentí halagado. Y desde entonces, cuando hago algún dibujo que a mí me gusta, no dejo de pensar que tambien podría estar en la colección de mi papá.

Pero nunca había entendido tan bien su afición por guardar mis dibujos hasta ahora.

Andrés ya hace dibujos en cualquier oportunidad. Hace un montón de rayas, pero la mayoría de las veces, insiste que le ayude, y termino yo dibujando sus proyectos.

Pero ayer en la noche, cuando llegué a casa, me recibió con una hoja de papel en sus manos que me robó la admiración: Era un dibujo a lápiz de un avión. "Estas son sus ventanas..." me dijo. "Y las nubes son negras por que es de noche..." terminó.

Tomé el dibujo en mis manos y lo miré detenidamente. Simplemente me encantó! "Es mi favorito", pensé. Y lo guardé.

Esta mañana, pensé que los papás debemos guardar los dibujos de una diferente manera de como lo hacían nuestros padres hace 30 años. Así que inmediatamente lo scanee y decidí ponerlo en mi blog para compartirlo. Para que cuando Andrés crezca y encuentre este blog lleno de polvo, sepa que este dibujo suyo es en este momento, mi favorito.


"Avión volando de noche"
Andrés Barragán (30 de Mayo de 2010)

martes, mayo 18, 2010

FERNÁNDEZ DE CEVALLOS:

Diego hijo de la chingada, durante 20 años has agraviado a la sociedad impunemente. Ni creas que secuestrado la vas a librar, güey. Regresa sano y salvo cabrón, para seguir mentándote la madre a gusto, pinche ojete.

Alejandro Rozado.


Diego Fernández de Cevallos es uno de esos personajes de la política nacional que es capaz de encarnar a los más nocivos atributos de los políticos. Se le atribuyen casos de corrupción, de abuso de poder, enriquecimiento al amparo del ejercicio de puestos políticos, tráfico de influencias y muchas otras monerías que hacen palidecer a cualquiera del crimen organizado.

El "jefe" y Salinas, son ese duo malévolo donde podemos encarnar el abuso de una clase política sanguinaria y corrupta que nos tiene metidos donde estamos. (Sin duda la lista de políticos como estos es mucho muy larga... pero nadie podrá negar que estos angelitos ocupan, por méritos propios los honrosos lugares 1 y 2)

Lamento muchísimo la situación de Diego. Espero que lo encuentren pronto, y esté vivo. Por que como dice mi tocayo, quiero seguir mentándole su madre a la menor provocación.


sábado, mayo 15, 2010

La gran mayoría de mis amigos y contactos, coinciden en rechazar y reprobar la famosa ley que se acaba de aprobar en Arizona, en la que le da la oportunidad a la policía estatal a detener, para investigar, a cualquier transeunte, para revisar su situación migratoria.

Obviamente, y aunque no lo diga explícitamente la ley, aquel que tenga un aspecto de latinoamericano, será blanco de este continuo acoso policial... Invadiendo, dicen unos, la intimidad, y el derecho al libre tránsito que se debe garantizar en el "país de las libertades".

Pero resulta que antes de entrar en vigor esta ley, entrar a ese estado, a ese país, sin un aprobación de los consulados, es ilegal. (De ahí el mote de "ilegal" a todo aquel que entra de manera clandestina a este país). Y si ese acto es ilegal, entiendo que quienes se encarguen de hacer justicia, estén preocupados por evitar o corregir todas esas irregularidades.

Difícil tomar partido: Por un lado, supongo que es entendible la preocupación del gobierno de Arizona por evitar que esta creciente ola de inmigración ilegal se salga -más- de control. Cuestionable en las formas, pero bastante legítimo en el fondo. Pero por el otro lado, el gobierno mexicano, las cámaras, con una máscara de dignidad y soberbia, exigen a los poderes norteamericanos que echen atras esta ley... y se pueden enumerar una cantidad casi suficiente para convencer a todos de lo fascista, inhumana e injusta ley... pero no he visto a nadie revisar las causas del problema. México, año con año sigue incrementando su exportación ilegal de trabajadores.

El gobierno mexicano presume logros económicos intangibles en esta gestión... Se presentan cifras que, creíbles o no, señalan estabilidad económica, y el gobierno anuncia que ha reducido el índice de desmpleo. Pero no se les ocurre contrastarlo con las crecientes cifras de migración ilegal: Si los desmpleados se van, no cuentan.

Así, con ese cinismo, las autoridades mexicanas reclaman respeto para unos mexicanos que han sido expulsados de su propio país por no encontrar las condiciones que lo contengan. Piden respeto para toda esa gente que mientras estuvo en su país, no tuvo a su alcance una oportunidad de supervivencia. Pedimos humanidad para esos mexicanos que buscan en otro país el subempleo que no encontramos aquí. Pedimos a los Estados Unidos, que nos haga la tarea de darle sustento a todos esos miles -millones- de mexicanos sin un futuro en nuestro país.

No me extrañaría que fuera el mismo gobierno de Arizona quien de un día para otro, señale como "inhumano" al gobierno mexicano por esa "expulsión" masiva de personas. Pero el mundo está al reves.

Con motivo del día del trabajo, Consejo Estatal de Población (Coepo) de Jalisco publicó unas cifras que todavía no termino de digerir. Pero el diario "Público", resalta un dato que es revelador: "Una cuarta parte de los jaliscienses que tienen un empleo reciben un salario de 3,350 pesos o menos cada mes. "

No debe ser difícil asumir que tanta gente pueda vivir con un ingreso como ese. Por que de hecho lo hace. Trabajan 8 o más horas cada día, de lunes a sábado, llegan a sus casas a cuidar a sus hijos, a entretenerlos, a educarlos... comen lo que les alcanza y se duermen con el "jesus en la boca" haciendo cuentas para llegar a la quincena.

La realidad a nivel nacional no es más alentadora: De acuerdo al INEGI, 5.3% de la población económicamente activa está desempleada, pero de los ocupados, casi el 30% lo hace en la economía informal; 10% de los "empleados" se calificó como subempleados. Cifras terribles, pero record en el presente sexenio.

En resumen: A nivel nacional, 4 de cada 10 personas que dice estar ocupada, o está en el comercio informal o está subempleado. Y los que no encuentran qué hacer, intentan cruzar la frontera de manera ilegal... Se quedan sólo 5 de cada 100.

Cada vez más de mis amigos de facebook se unen al grupo que reprueba la ley. Incluso, sé que algunos de los funcionarios de alto nivel de nuestro país, se declararon a favor de un bloqueo comercial contra empresas de aquel estado americano. Bloqueo que afectaría a las empresas que emplean a los mexicanos ilegales.

¿Debemos ante este contexto exigirle Arizona, Nuevo México, California, Illinois, que reciban y den empleo a todos los mexicanos que no lo encuentran aquí? ¿Debemos condenarlos si no los dejan entrar aunque no sigan el procedimiento de migración legal? ¿Debemos castigarlos, dejando de comprar sus productos y servicios?

El problema no es de Arizona. En este problema que sufren millones de mexicanos ilegales en Estados Unidos, la gobernadora de Arizona, es la menos culera.

viernes, mayo 07, 2010

Río Místico.

Al igual que Benedetti, yo tambien he notado cómo con los años, ha cambiado mi temor a la muerte.

Cuando era niño, habría preferido morir, antes de ver a cualquiera de mis padres en un ataud. Sólo la idea de pensarlos muertos, me daba tal miedo que podía pasar las noches en vela, con los ojos bañados en lágrimas. Para cuando Andrés nació, el verlo en tanta indefención, dependiendo tanto de nosotros, temí por mi muerte. Pero era un temor que iba más allá del miedo al dolor por morir. Era un miedo a dejar a mi familia en el desamparo. Imaginar a mi hijo sin un padre, podía conmoverme mucho más que mi propia muerte.

Pero ahora, que Andrés es un niño que cada día consigue más independencia de sus padres, y cada día pasa menos horas bajo la protección de su hogar; ahora que cada día que pasa es expuesto a experiencias nuevas, personas nuevas, amigos nuevos, y no me es posible estar a su lado para cuidarlo, el miedo que me asalta es uno muy diferente: Me aterra pensar que algo que pueda pasar. Algo. Cualquier cosa: Un raspón, un golpe en la cabeza, una riña en su escuela, las drogas... un pederasta.

Es por eso que ayer que ví la película de "Mystic River" (Clint Eastwood, 2003), todas esas emociones, todos esos temores, y muchos nuevos más, se alojaron en la boca de mi estómago.

La película se centra en la investigación por la búsqueda de un asesino de una niña de 19 años. Arrancarle la vida a un niño, puede provocar el derrumbe emocional de sus padres, y Sean Penn, logra, con una actuación magistral, transmitir el dolor que le causa la pérdida de Katie la hija de su personaje "Jimmy". La impotencia, el llanto ahogado en la garganta. La mirada llena de lágrimas mirando hacia ningún lado. Imposible no sentirse conmovido, o con la empatía de por lo menos quienes somos padres y tememos por la muerte de nuestros hijos.

Sin embargo, una historia paralela, y no menos importante, tambien es relatada en la película. Es la historia de otra muerte. La muerte de "Dave". Un niño de 11 años que es víctima del abuso sexual de dos adultos, y que, apesar de lograr sobrevivir a la experiencia, lo hace pero "muerto en vida". Vivo... pero sin vida.

Las historias de estos dos niños que han perdido la vida de diferente manera, se entrelazan de una manera muy inesperada en una conmovedora -casi aterradora- película dirigida por Eastwood.

A lo largo de la película, se puede sentir ese dolor ajeno corriendo lentamente por el cuerpo... pero un final sorprendente terminará dando un vuelco a las emociones, pues ese deseado final feliz, nunca aparece en la pantalla.

viernes, abril 30, 2010

De acuerdo a la UNICEF, 44% de los 47.2 millones de mexicanos que están en situación de pobreza son niños.

¡Vaya porvenir!

Ayer, platicaba con un amigo que me uno a las críticas que se han desbordado por la incapacidad del congreso mexicano de llegar a acuerdos. Hay al menos dos visiones diferentes e irreconciliables en el espectro político, y no nos hemos podido decidir en tomar un camino. El que sea, pero tomar rumbo.

Sin embargo, creo que muchos medios han influído en la opinión pública respecto a culpar a las cámaras por los males que nos aquejan. Sí, en un marco legal apropiado, se pueden plasmar estrategias de crecimiento y desarrollo; pero no podemos esperar a que eso suceda para poder hacer las cosas bien.

Cada vez es más y más común encontrar en la prensa local e internacional, en todos los medios, críticas al desempeño del gobierno federal. Ha habido tal ineficiencia en las funciones que se nota en las calles: Cada vez más inseguridad, más desempleo, más pobreza. Más migración ilegal, menos desarrollo, más desigualdad. Y esto, creo, no es culpa de la ausencia de las reformas.

Al inicio de mi comentario decía que la UNICEF declara que más de 20 millones de niños mexicanos son pobres. Además, somos punteros en obesidad infantil y desnutrición. Por si fuera poco, esos niños están siendo educados con un sistema educativo muy cuestionable, pobre, mediocre. Muchos de ellos nacieron ya en un país que "transicionaba a la democracia", y no han tenido ningún beneficio de ésto. Al contrario. Hoy, muchos de ellos no pueden salir a la calle por miedo, sus padres no tienen empleo, y sus futuros son cada vez más inciertos. En unos pocos años, serán padres de nuevas generaciones, educarán a nuevos niños mexicanos.

No hay que tener un pesimismo encarnado para poder preveer futuros cada vez más difíciles. Tampoco hay que ser un visionario para darnos cuenta que -aunque suene a cliché- en estos niños está el futuro de este país.

Qué mal que no se estén haciendo las cosas que se requieren desde las cámaras. Pero peor aún, que no se estén haciendo cosas más importantes.

Andrés, hijo: Feliz día del niño.

viernes, abril 23, 2010

Los puentes de Madison.

Cuando de cine se trata, pensar en Clint Eastwood, me trae inevitablemente, la referencia de un arma de fuego; su rostro duro frunciendo el entrecejo, y una escena de balazos en algún escenario desértico y polvoriento.

Hace unas horas vimos “The bridges of Madison County” (Eastwood, 1995). Una película que definitivamente le da un giro total a la percepción que podría tener de este “vaquero del viejo Oeste”.

“Los puentes de Madison”, es una película romántica que cuenta una de esas historias de amor que todos quisiéramos protagonizar en nuestras vidas. Es la historia de una pareja que en medio de la clandestinidad, encuentran la oportunidad de amarse apasionadamente y entregarse por completo. Es una de esas envidiables historias de amor que duran apenas unos pocos días, pero que son tan grandes que son capaces de mantener los corazones enamorados por el resto de la vida.

Al ver la película, es imposible dejar de cuestionarse si es posible encontrar para sí, una circunstancia como esas; si ya ha tocado la puerta y nos hemos negado a abrazarla; si el destino nos tiene preparado algo como eso en el futuro… O si ese tipo de pasiones sólo fueran producto de escritores de películas.

Lo que es un hecho, es que la trama, llena de escenas románticas, y eróticas, logra capturar la atención y el corazón de quienes decidimos “vivir” la historia. Conmueve a quienes pudimos sentirnos cómplices de ese amorío en secreto, y arranca suspiros y lágrimas a punto de brotar, mientras la imaginación, la fantasía y el deseo trae escenas amorosas –reales o ficticias- a nuestra memoria, con el afán de encontrar para nuestro corazón, una explosión de emociones como la que se muestra en la cinta.

Al final, los espectadores, terminamos sumergidos en una reflexión sobre lo importante que resulta ejercitar el músculo del amor. De lo importante que es mantener viva la llama de la pasión, para quienes no han tenido la fortuna de encenderla, buscarla, y para quienes recién la encuentran, hacer todo lo posible por que nunca se apague… Es un ejemplo de cómo es posible encontrar valores humanos muy superiores a los valores sociales bajo los que vivimos.

Ahora que estamos haciendo el ejercicio de ver películas de Eastwood, me deja muy gratamente satisfecho su trabajo de dirección y su actuación, mención aparte la conmovedora actuación de Meryl Streep, de quien terminarás enamorándote.

Me gustó mucho la película, porque creo que se mantiene en una zona muy pequeña donde logra emocionar, sin caer en una película rosa y cursi. Es una película donde Eastwood se ve como un galán, rompiendo todos los estereotipos que se había hecho en su carrera, y con una historia de amor que también se sale de lo convencional. Es como una muy bien lograda "balada rock".

De ahora en adelante, cuando de cine se trata, pensar en Eastwood, me traerá la imagen de un seductor bailando a media luz, con una mujer enamorada.

martes, abril 20, 2010

¿Qué les parece un registro nacional de e-mails? Mandamos un mail con nuestro CURP, nombre, dirección y teléfonos... Si no lo hacemos que nos cancelen nuestros "hotmails".

No sería sólo por seguridad, sino para que el gobierno tenga acceso a todos nuestros datos.

De esta manera, si se van a filtrar nuestros datos, y se van a vender al mejor postor, más vale que sea una base de datos muy completa. Qué vergüenza con nuestros clientes si entregamos bases de datos parciales o incompletas.

No sé por qué recientemente siento que mis datos están más seguros en Facebook, que en el IFE.

sábado, abril 17, 2010

Esta es la triste historia de un artista que sufrió un accidente.

Ese golpe en la cabeza, causó que sus ojos ya no fueran capaces de distinguir colores. Tampoco sería capaz de detectar los olores que lo rodeaban. Todo lo que oía, parecía tener el mismo tono monótono y no podría nunca más diferenciar texturas... Todo lo que su lengua tocaba tenía aparentemente el mismo insípido sabor.

Pero lo verdaderamente triste, es que perdió tanta sensibilidad que nunca se percató de lo que realmente había perdido. Nunca lo notó.

domingo, abril 11, 2010

Para evitar extorsiones - Hernandez


Pues no hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla.

Hoy suspenderán mi línea telefónica celular. No sé si muchos de los que pensábamos no registrarnos, decidieron de último momento y fueron los que "saturaron el sistema", pero la verdad es que yo no lo intenté. Ni siquiera con mi CURP ni con el CURP de Salinas de Gortari, o el de Peña Nieto, o el de Elba Esther, o el de López Obrador.

La sóla idea de volver a darles mis datos, me escalofriaba. Con mis datos en esa lista, quien la tenga en su poder, podría localizarme físicamente, podría escuchar mis conversaciones, podría leer mis mensajitos y seguramente hasta ver lás páginas de internet que accedo desde mi teléfono. Y no. No es que tema que me espíen. No tengo nada qué ocultar. Sólo que desde el inicio, esta disposición me parece que atenta contra un principio de intimidad, de libertad. Se atenta contra este principio, a cambio de la promesa de que con eso, se combatirá a la delincuencia y se evitará que los teléfonos celulares sean herramientas del crimen.

Todos los vehículos tienen que estar registrados, con un nombre de propietario y dirección. ¿Se han podido evitar crímenes donde se usen autos? En los catastros municipales, están las listas de todas las propiedades y sus propietarios. ¿Ha servido de algo para evitar que se usen casas para secuestros? Los teléfonos fijos tienen nombre y dirección. ¿Desde cuándo se ha dejado de delinquir usando las líneas fíjas de telefonía? En todos los bancos, todas las cuentas tienen un propietario. Un nombre, una dirección, un teléfono fijo, un teléfono móvil. ¿Los narcotraficantes se han abstenido de contratar los servicios de los bancos para poner dinero producto de sus delitos? No.

Si lo vemos a la ligera, quien nada debe nada teme y no debería molestarnos en absoluto dar -una vez más- nuestros datos para control. La cosa es que esa no es la solución. Esta medida tampoco servirá para combatir a los malos. Sin embargo, a cambio, a todas las líneas celulares, podrán mandarnos mensajes personalizados. Sabrán quien está del otro lado de la línea, dónde está y cuáles son sus 10 números frecuentes.

Al final de cuentas, aunque el celular no es una de las herramientas de las que depende mi trabajo, sé que terminaré registrándome. Pero como dice un amigo: Un descanso del celular, no le cae nada mal a nadie.

miércoles, abril 07, 2010

Ayer cumplí 4 años. No. Cumplimos años: Lina y yo, como padres, Andrés de vida.

Nunca antes me había sentido tan feliz. Tan orgulloso.

La vida no deja de sorprenderme, y Andrés desde que nació, no deja de llenarme de nuevas emociones.

Descubrir que es un individuo que es capaz de discutir, pelear y defenderse, sigue siendo sin duda una experiencia que me conmueve en cada una de sus palabras tan bien pronunciadas. Ser testigo de cómo se esfuerza para tener mejores y más sólidos argumentos, me vuelve loco.

Antes de que se vaya a su cama, se ha vuelto una costumbre luchar –cada vez más rudo- en mi cama. Casi siempre me toca ser el villano que tiene que ser vencido por el súper héroe. Brinca desde la cama, confiando en que lo voy a atrapar. Deja que lo aviente simulando que vuela, y me golpea –cada vez más fuerte- sin que yo oponga la mínima resistencia. Practica llaves de lucha en mi cuello indefenso, y puede dejarse caer sobre mi estómago para lograr que yo me rinda. Por lo general, como en todos los comics, los malos terminamos sucumbiendo ante los súper poderes de los buenos, pero al final, aún en contra de su voluntad, “el malo”, hecho pomada, lo manda a dormir a su cuarto.

Pero ya entrada la noche, en medio del silencio y la oscuridad, cuando sin ningún motivo aparente, aparece en nuestra cama, y se mete en nuestras sábanas, pretendiendo no ser descubierto, ¡me provoca tanta ternura! Más, cuando ya profundamente dormido, e inconcientemente termina poniendo su manita sobre mi pecho. Y ahí estamos, él vestido con su pijama de superman, y yo, conteniendo el llanto, conmovido, y las ganas de abrazarlo fuertemente para besarlo.

Andrés ayer cumplió 4 años. Y no encuentro ningún regalo que pueda compensar todos los regalos que me hace todos los días.

jueves, marzo 18, 2010

El sábado pasado, saliendo de un bar, mi fiel teléfono fue víctima de mi borrachera y lo rompí accidentalmente.

La verdad es que estaba muy identificado con ese modelo de celular. Y aunque sé que lo voy a extrañar, decidí que sería reemplazado con un "smartphone".

Llevo toda la semana intentando aprender a usarlo. Un Blackberry debería hacerme la vida más fácil, pero creo que me está costando mucho trabajo "agarrarle la onda".

Lo cierto es que ya no sé si valga la pena aprender a usarlo, ya que según unos comerciales de radio, el 10 de abril, me van a suspender el servicio. (Si es que Telcel se deja, claro).

Por si no lo sabías, el 10 de abril vence el plazo para registrar tu número celular en una base de datos que promueve el gobierno federal. ¿El pretexto? Es una estrategia más para seguir cerrándole el paso al crimen organizado. ¿Suena lógico, no? Si un miembro del crimen organizado compra un celular para hacer cualquiera de sus fechorías, y si lo obligamos a que de sus datos, rápidamente, cruzando información con la cédula de identificación, podemos dar con él. ¡Claro! La víctima reporta el número, se localiza en la base de datos, y ¡listo! Tenemos su nombre completo, y con él, su dirección y su foto. Veo que el crimen organizado debe estar temblando ante esta iniciativa tan brillante.

Todo esto siempre y cuando, al malhechor en cuestión no se le ocurra falsear información... Es bien sabido que los delincuentes siempre dicen la verdad... sobre todo cuando se trata de sus datos personales...

Eso de la base de datos es muy buena herramienta, siempre y cuando, un delincuente no decida ahora robarse un teléfono de un ciudadano honrado para hacer sus crímenes... que dicho sea de paso, pondría en un serio aprieto al pobre tipo que haya perdido su celular, y que, por este simple trámite, ahora estaría implicado en algún caso de extorsión, o secuestro...

Tambien podría funcionar si se pudiera garantizar que esta base de datos no caerá por ningún motivo en manos del mismo crimen organizado.

Simplemente yo no confío en las autoridades. Me aterra imaginar esta lista de víctimas potenciales, revelando datos personales que el sentido común nos impide andar revelando a diestra y siniestra.

Por eso decidí no registrarme. No lo voy a hacer, y le voy a recomendar a quien pueda, que no lo haga. Lo peor que podrá pasar es que el 10 de abril, nos cancelen el servicio, y nuestros blackberries, sirvan sólo como una chafa cámara fotográfica y una carísima calculadora.

No tengo idea de cuántas personas con celular ya se registraron... Pero ante este clima de psicosis, donde el crimen organizado marca la agenda, y el gobierno brilla por su ineficiencia, prefiero, por seguridad, quedarme sin el servicio.

Mi apuesta, es que muchos como yo, concientemente dudemos de esta -una más- estúpida estrategia anti-crimen, y no nos registremos, y sea caótico cortarle el servicio a millones de usuarios que mantenemos en Forbes a Slim.

Sería "políticamente incorrecto".

Creo.

viernes, enero 22, 2010

No sé por qué el matrimonio entre personas del mismo sexo ha causado tanto revuelo, si se supone que todos somos humanos por igual, sin importar la clase social, la raza, el credo o la preferencia sexual... Si los heterosexuales podemos...

De cualquier manera, aquí hay 10 razones por las que no debería aprobarse esta ley:

1) Ser homosexual no es natural. Debemos rechazar lo que no es natural, como las gafas, el polyester, o el aire acondicionado.

2) El matrimonio homosexual fomentará que la gente sea homosexual, igual que estar cerca de personas altas hará que crezcas.

3) La legalización del matrimonio homosexual abre la puerta a que la gente haga todo tipo de cosas raras. De hecho alguno puede que quiera casarse con su perro, ya que puede “firmar” (con su pata) un acta de matrimonio.

4) El matrimonio existe desde el principio de los tiempos y siempre ha sido igual, por lo que no debería cambiarse; por eso las mujeres son propiedad, no tienen alma, los blancos no pueden casarse con negras, y el divorcio es ilegal.

5) El matrimonio heterosexual pierde parte de su sentido si se permite el matrimonio homosexual; hay que defender la santidad de matrimonios como el de Britney Spears, aunque sólo durase 55 horas.

6) Los matrimonios heterosexuales son válidos porque producen hijos. Los matrimonios de parejas homosexuales, estériles, o de edad muy avanzada no deberían permitirse, porque nuestros orfanatos aun no están llenos, y el mundo necesita más habitantes.

7) Obviamente las parejas homosexuales criarán niños homosexuales, igual que las parejas heterosexuales sólo crian niños heterosexuales.

8) La religión (la que sea) no acepta los matrimonios homosexuales. En una cuasi-teocracia como la de la mayoría de países “avanzados”, donde desde los presupuestos generales, a la educación, pasando por el lenguaje, las fiestas y las tradiciones, todo tiene que ver con la religión, sólo se debe aceptar lo que el cura apruebe.

9) Los niños necesitan una figura parterna y una materna en casa para poder desarrollarse saludablemente. Por eso está prohibido que las madres solteras, los viudos, o los divorciados eduquen a sus hijos.

10) El matrimonio homosexual cambiará las bases de nuestra sociedad; no debemos adaptarnos a nuevas normas sociales. Por eso mismo hay que prohibir el software libre, o la copia privada (eso sí, manteniendo el canon).

Derechito del facebook de Salvador Leal
Este año, se cumplirán 25 años de un sismo que sacudió a nuestro país. El que más me duele. Recuerdo como si fuera la semana pasada, a las calles de mi pueblo destruídas, llenas de un polvo que parecía nunca ceder. Llenas de piedras y pedazos de ladrillo que alguna vez dieron cobijo a sus familias que lloraban aterradas. Me recuerdo parado ahí, como himnotizado, viendo la escena como en cámara lenta, y aturdido por los gritos, las sirenas, y los marros terminando de romper los escombros, buscando sobrevivientes.

Mi casa no se cayó, y nunca podré saber lo que los niños de mi edad sintieron al ver los pedazos de roca en la calle que una vez fueron su casa. No puedo ni imaginarlo. Si estos recuerdos tan crueles me siguen aterrando, no quiero ni pensar qué habría pasado si en esos recuerdos me viera yo buscando entre un montón de piedras.

Recuerdo la sinergia de la gente. La solidaridad de mi pueblo. Recuerdo a la gente dando la mano. Comida. Consuelo. Dicen que el '85 es un parteaguas en el desarrollo de la sociedad civil como tal, por su comportamiento ejemplar, por su organización ante un estado que no supo qué hacer. Pero tambien recuerdo la reacción de la ayuda internacional. Recuerdo que el gobierno de Cuba, reconstruyó mi escuela primaria, y la escuela donde trabajaba mi mamá. Todavía deben estar las placas que lo demuestran. Tambien deben estar los cientos de pies de casas que el gobierno suizo regaló. O la colonia que fue construída por la Cruz Roja Internacional. Y recuerdo los camiones repletos de alimentos enlatados con etiquetas del "U.S. Army", que llegaban a las escuelas para repartirlos entre los damnificados.

Quién sabe si nos llegó todo lo que nos mandó la ayuda internacional. Nunca lo sabré. Nunca sabremos si manos corruptas se aprovecharon de la tragedia para su beneficio. Pero lo que llegó, hizo la diferencia.

Por eso ahora, que tenemos una situación como ésta -quizás peor- en Haití, no puedo evitar sentir la empatía por un pueblo que está desesperado, hambriento y dolido. Hecho pedazos.

Entiendo a las voces que puedan alertarnos de vivales que sin escrúpulos se quieran pasar de listos, pero quisiera, por este medio, invitar a quien quiera, a dar. Algo les llegará.

lunes, enero 04, 2010

Una década es el conjunto de 10 años.

Así como hace diez años, el inicio de este año, trajo, además de todas esas buenas intenciones y buenos deseos, la idea de que en estas fechas se comienza una década.

Concepto incorrecto, por supuesto.

Imaginemos que el inicio del conteo del tiempo comenzó un "1 de enero del año 1", (El año cero no existe. El "cero" es el instante que separa al año 1 del año -1), eso quiere decir que el primer año de este calendario termina un 31 de diciembre del año 1.

Dado que una década es el conjunto de 10 años, debemos esperar a que termine tambien el año dos, el año tres, el año cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve y efectivamente, que termine el año diez. Es decir, que la década terminará el "31 de diciembre del año 10", con diez años terminados, dando inicio a una nueva década el "1 de enero de 11".

Si seguimos el conteo de años, décadas, siglos, milenios, podremos darnos cuenta que el milenio en que vivimos comenzó el 1 de enero de 2001, y no del 2000 como muchos celebraron; y que la primera década del siglo XXI terminará cuando este año que ha comenzado termine.

Felicito a quienes hayan celebrado el inicio de la década... Los felicito, por que serán los únicos que celebrarán este acontecimiento dos veces.

jueves, diciembre 31, 2009

Esta vez, no cometeré el error de poner todos mis propósitos en un sólo año.

lunes, diciembre 28, 2009

La música popular latinoamericana siempre ha ocupado un lugar muy especial en mis preferencias. Desde los ritmos caribeños hasta los tangos sudamericanos. La música que transmite un sentimiento de júbilo, y aquellas letras que inundan de sentimientos a mi dispuesto corazón.

El son, el mariachi, la salsa, una cumbia, un danzón... La alegría de la samba. Es la música uno de los aspectos culturales que más nos une. Más allá del idioma. Y como muestra, celebro cómo una bonita canción en portugués, brasileira, es capaz de transmitir su mensaje hasta América del norte.

Más allá de las similitudes fonéticas y semánticas de nuestros idiomas, podemos ver cómo estamos conectados por el universal idioma de la música y el ritmo.

Si crees que exagero, dale play a la siguiente canción, y dime si no eres capaz de sentir la música, balancear poco a poco tu cuerpo al ritmo de la música y sentir la emoción como si estuvieramos entendiendo la letra.


jueves, diciembre 24, 2009


Desde que este sexenio comenzó, me ha parecido que la mal llamada "guerra contra el narco", carece de sentido común, suponiendo que las intenciones sean las de acabar con el tráfico de drogas en nuestro país.

Es un movimiento costosísimo, que pretende "exterminar" a los productores, traficantes y vendedores de drogas en nuestro país. Limpiar de "narcos", pues.

Todos los días, se agregan a la lista de muertos, hombres, mujeres y niños, por los que no deberíamos sentir ningún tipo de pena, porque según ellos, son "narcos". La cifra, en estos 3 años, suma decenas de miles de muertos. Lo curioso, es que despues de tantas bajas, no se nota ningún tipo de avance. Pareciera como si por cada uno que cae, se contratan dos más. Las filas de los narcos, están llenas de personas, que, lejos al estereotipo que pensamos, ganan salarios mínimos a cambio de jugarse la vida en cada instante. Sí, ese ejército, o "carne de cañón", no puede darse el lujo de vida que se dan los capos o sus más allegados.

Toda esta gente, desposeída, es la que aparece todos los días, degollada, balaceada, sin nadie que los reclame o vengue sus muertes. Es a quienes les declara la guerra todos los días el ejército mexicano... Ellos, son personas que rápidamente son reclutadas, por que en la industria del crimen organizado siempre hay vacantes; por que no encuentran otra forma de ganar dinero para comer.

No se malinterprete mi post. No estoy a favor del narcotráfico. Sólo que no creo que a balazos se pueda combatir. Si todo ese derroche de recursos en esta guerra absurda se enfocara en la generación de empleos, es muy probable que más personas decidan "migrar" a un trabajo legal. Uno donde no tengan que cargar una pistola ni tengan que cuidarse las espaldas.

Si en lugar de desplegar el ejército, se intervinieran las cuentas de los capos... se expropiaran las propiedades... si tan sólo pudieramos hacer un buen esfuerzo para limpiar las corruptelas de las policías... Cualquiera de estas alternativas suena menos descabellada que querer salir a matarlos a todos.

Estamos jugando al ritmo que nos narcos. En el terreno de los narcos. Con las reglas de los narcos. Así no creo que podamos llegar muy lejos: Matar a uno de los meros capos, significa, un triunfo mediatico, pero tambien el desate de una cruenta venganza, y lo peor de todo, es que la vacante que deja, es cubierta inmediatamente. ¿Cuándo vamos a matar a todos?


martes, diciembre 22, 2009

Desde la sillita de Andrés, en el asiento trasero, se tiene un panorama muy bueno de todo lo que sucede mientras vamos en el coche. Desde hace unos meses, Andrés se involucra tanto con lo que pasa afuera mientras viajamos, que es imposible que se quede callado: "Papá, papá, papá, ¿Ya viste ese tractor?". Y Lina y yo tenemos que ponerle "pausa" a nuestra conversación, para poder responder a todas sus preguntas. Con su dedito señala y se asegura que todos veamos cuanto él ve.

"¿Porqué estamos parados?", me preguntó un día. "Es que el semáforo está en rojo... ¿Lo ves?", Respondí. Señalando el foco rojo que nos indicaba parar, y le expliqué cómo es que funciona, y qué significa cada una de sus luces.

Desde entonces, grita "¡YA ESTÁ EN VERDE!", cuando tenemos que avanzar.

Hace unas semanas, mientras mirábamos atentos a que cambiara la luz del semáforo que nos detenía, se me ocurrió, contar hasta tres: "Uno, dos... ¡Tres!" y al mismo tiempo que tronaba los dedos, e encendió el foco verde del semáforo.

Desde el espejo retrovisor, noté cómo sus ojitos se llenaron de fascinación. Así que lo sigo haciendo cada que lo recuerdo, y se sigue emocionando como la primera vez.

Anoche, en el coche, Andrés me sorprendió:

- "Papá, los semáforos no me hacen caso a mí..."
- "Cuando seas grande, lo vas a lograr, hijo..."
- "Cuando sea grande, ¿Voy a tener súperpoderes como tú?"

Entonces fue cuando mis ojos llenos de emoción lo miraron con mucha ternura...

- "Sí, hijo. Cuando seas grande como yo, tambien vas a tener súperpoderes".

Zapopan, Jalisco, 24 de diciembre de 2009.

Querido niño Dios:

Te extrañará que despues de tantos años, vuelvas a recibir una cartita mía... Pero hoy, después de tanto tiempo, he recuperado la ilusión, y este año, tengo un deseo que quiero que me cumplas.

Sólo deseo que la imagen que mi hijo tiene de mí, le dure muchos años.

Feliz navidad.

A.

jueves, diciembre 17, 2009


No es lo mismo "Los tres mosqueteros" que "veinte años después".

Ayer, en una muy amena reunión, convivimos algunos de los que fuimos compañeros en aquel grupo "D" de la secundaria "Benito Juárez".

Aferrados a una agonizante tradición que nos prometimos en aquellos años, nos juntamos como lo hemos hecho la mayoría de los diciembres desde entonces, para volver a recordar que alguna vez fuimos niños, que cantábamos "Rock en tu idioma" y hacíamos fiestas de 4 de la tarde a 8 de la noche.

En verdad es muy placentero juntarme con ellos, porque me recuerdan al que fui, al que soñaba, al que miraba con ilusión un futuro que hoy ya lo puedo ver hacia atras; pero tambien me recuerdan al niño que quizás nunca conocí. Me ayudan a verme por un espejo retrovisor y me encanta poder conocerme ahora a travez de los ojos de los que me vieron crecer.

Y verlos ahora, y descubrir de nuevo esas sonrisas que nunca han cambiado, de verles la misma mirada de niños en esos ojos adultos, me parece una experiencia fascinante que me motiva a la profunda reflexión de qué tanto es posible que podamos cambiar aunque los años se acumulen en nuestras vidas.

Este año, cumplimos 20 años desde que nos dejamos de ver en las aulas. Este año, como muchos diciembres pasados, tuvimos la oportunidad de demostrarnos que nos importamos y que, aunque esta promesa de juntarnos cada año parece agonizante, pudimos darnos cuenta que nunca podremos separarnos.

Un abrazo.

viernes, diciembre 04, 2009

La nostalgia es un sentimiento al que se puede llegar a disfrutar. Esa sensación de un corazón apretado... de un nudo en la garganta... de sentirse invadido por pensamientos que empujan lágrimas por los ojos... Sensibilidad en la piel.

Cuando se logra disfrutar la nostalgia, hay quienes lo hacen con una copa de vino; con un cigarrillo iluminando una habitación a oscuras; abrazando un recuerdo en forma de almohada... Hay quienes disfrutan sus nostalgias, en un profundo silencio, con los ojos cerrados, acariciandose inconcientemente los labios con la punta de los dedos... Otros, como yo, lo podemos hacer oyendo una canción. Hay canciones, versiones de canciones, que oídas en en correcto estado de ánimo, son capaces de sacar los matices más intensos de todas las nostalgias que se pueden tener... Canciones que podrían embriagarte tanto como ese wiskey en las rocas, o ese cigarrillo sin filtro. Melodías que son capaces de hacerte cerrar los ojos y sumergirte en la oscuridad de tus pensamientos; que incluso son capaces de hacerte llorar de emoción.

Por eso me gusta esta canción. Por que cada que la oigo, descubro ese sentimiento que me envuelve de nostalgia y logra en mí, una muy acogedora depresión.

Salud.

miércoles, noviembre 25, 2009

1/3

Hoy, en este preciso momento, cumplo un tercio de siglo.
Sí, 33 años, 4 meses, 8 horas y 20 minutos: 33.33 años.

martes, noviembre 24, 2009

No es raro encontrar recientemente en la prensa mexicana, a columnistas que ya no pueden defender lo indefendible. Mañana, Gómez-Leyva, no será criticado por nadie. La gran mayoría de sus lectores, no podrán más que estar de acuerdo, con esos datos "duros" que incluso los "voceros" de la presidencia no pueden ocultar.

Lo que deberíamos cuestionarnos ahora es si los datos oficiales que se presentan, son reales o, apesar de lo crudos que pueden lucir, estén todavía "maquillados".

¿Quién puede, con todo lo mostrado, negar que vamos de pique? ¿Quién se atreve a decir que todavía "vamos por el camino de la recuperación? Ni siquiera los peleles del gobierno lo pueden hacer...

¿Cuánto Felipe Calderón queda?
La historia en breve.

Ciro Gómez Leyva
  • 2009-11-24•Al Frente

Tres cifras recientes resumen los tres años de gobierno de Felipe Calderón. La primera, ofrecida por él mismo: en lo que va del sexenio, otros 6 millones de mexicanos cayeron en pobreza alimentaria, “en una condición tal que la familia no tiene siquiera los componentes necesarios para la alimentación de sus hijos”. La Cepal redondeó la desolación: México carga hoy con 37 millones de pobres y 12 millones de indigentes.

La segunda es también cifra oficial. La PGR acaba de informar que 75 por ciento de los 227 mil detenidos en la lucha contra el crimen organizado han sido liberados.

La tercera es el cálculo del gobierno sobre el desplome de 7 por ciento de la economía nacional en 2009, lo que significa, entre muchas cosas, que hoy hay menos mexicanos con empleo de los que había el 1 de diciembre de 2006.

Pobreza-seguridad-empleo era el eje de la oferta de su gobierno. No se necesita mayor ciencia política para diagnosticar el tamaño del fracaso. Olvidemos el desánimo colectivo, la corrupción, las reformas fallidas, las crisis sanitarias, la carnicería en la guerra contra el narco, las visas canadienses… Y reconozcamos que la intemperie política es, indudablemente, menos conflictiva que hace tres años. Aun así, el saldo es demoledor: México tiene más pobres, más desempleados, más inseguridad.

Habría que remontarse al 1985 post-sismos de Miguel de la Madrid para hallar algo parecido. ¿Qué le pasó a Felipe Calderón? ¿Al México de Felipe Calderón?

Las encuestas enseñan que, pese a todo, al menos uno de cada dos mexicanos sigue confiando en que, como capitán, sacará al barco de la tormenta. Pero, ¿querrá él librar la tormenta? ¿Cuánto Felipe Calderón queda?

viernes, noviembre 13, 2009

Debió ser en el año del 88.

En el taller de dibujo técnico industrial, en la secundaria, cuando la maestra Candelaria salía del aula, mis compañeros, los primos Puga cantaban como si fuera un acto prohibido ésta canción que en aquellos años sonaba cantada por "los toreros muertos":



Hoy, a más de 20 años de esos acontecimientos, me encontré esta versión con Molotov.

Me gustó.

Pero más me gustó recordar esa enorme aula llena de restiradores, reglas "T", y alumnos uniformados cantando canciones que para nosotros, eran irreverentes.

Hoy me resulta una canción tan "simpática"... Qué barbaridad... nos estamos haciendo viejos.

martes, noviembre 10, 2009

El viernes de la semana pasada, terminó la última clase de la primera parte de mi programa de doctorado.

Lo que sigue, es trabajar en un proyecto de tesis doctoral que tendrá por lo menos un par de revisiones formales, una en México, en septiembre del próximo año, y otra en un plazo menor a dos años despues de la primer revisión, en la Universidad de Oviedo, en España.

Salimos de clases, como si fuera un día normal... Era el último.

En mi camino de regreso, escuchando la radio, con un incalculable sentimiento de júbilo, cantaba a grito tendido las letras de las canciones que venía escuchado: de noche, sólo en mi camioneta, en medio de una carretera pública federal llena de baches, rodeado de camiones de carga pesada... Nadie podría ver mi cara expresando esa felicidad.

-"Es sólo la mitad del camino..." Me alcancé a escuchar detrás de los comerciales a todo volumen de mi radio... Lo dije mientras me daba cuenta que estabamos pasando por "Casa Blanca", el pueblo que está justo a la mitad del camino entre Ocotlán y Guadalajara... Yo lo decía por el programa del doctorado... aunque en efecto, me faltaban tambien 50 minutos de camino por recorrer.

En ese contexto, la siguiente canción no la canté. Comencé a hacer números: En total, asistí a 14 módulos, cada uno de una semana, de febrero a noviembre. Cada semana, de lunes a viernes: casi 300 horas de clases. En total, 70 viajes redondos de 190 kms... De aproximadamente 200 minutos cada uno, es decir, más de 13,000 kms y más de 200 horas manejando por la misma carretera... y dado que mi camioneta gasta casi un peso por cada kilómetro recorrido, debemos estimar por lo menos otros $13,000 sólo en gasolina, que se suman a los otros miles que pesos que me costaron las inscripciones, libros, copias y otros materiales... sin mencionar los litros de agua, gatorades, cigarrillos y otras chucherías que compré para acompañar el camino.

Tuve que volver a mirar el camino ante el súbito frenón del trailer que iba adelante mío. Me sacó de mi trance aritmético, pero me quedé muy asustado de los números que salían de mis operaciones mentales: Si hubiera hecho estas mismas operaciones el día uno, seguro habría considerado dos veces inscribirme al programa; o habría sido fácil tomar la decisión de abandonarlo en cualquier momento.

Hoy, no quiero imaginar el tamaño del esfuerzo que tendré que invertir en hacer una tesis doctoral. Supongo que será monumental. Hoy sólo quiero celebrar que estoy a la mitad del camino, y que pronto, espero que muy pronto, pueda hacer tambien la reseña desde el final del último tramo que me queda por recorrer.

lunes, noviembre 09, 2009

Uno de mis más recientes amigos, de quien he aprendido mucho, nos invita a su oficina una vez cada mes para hacer reflexiones en cuestiones de economía política; de política y de economía.

Dada la relevancia que ha tenido en la política mexicana la extinción de la Luz y Fuerza del Centro, y junto con eso, el despido masivo de sus trabajadores, dedicamos en la pasada velada unos minutos para exponer nuestros puntos de vista al respecto... Es muy complicado poder documentar todo lo que en estas sesiones se dice... pero Alejandro, escribió en muy pocas palabras una contundente opinión, en la cual coincido desde la primera hasta la última línea...

LOS ELECTRICISTAS

Alejandro Rozado, Nov 2009

Hay un asunto ético que se desprende del caso de los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y que quisiera destacar en esta ocasión. Al liquidar la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, el gobierno federal y sus aparatos ideológicos han desatado no sólo una campaña política de desprestigio de uno de los gremios más democráticos y combativos de la historia moderna de México, sino que además desplegó con gran sentido de la oportunidad un cuerpo de ideas muy característico, y ya hegemónico, entre las mal llamadas “clases medias”.


Se trata de una suerte de sentido común adoptado por los actuales consumidores de opinión (antes ciudadanos) que unifica a vastos sectores alrededor de “verdades” aceptadas por el solo hecho de ser difundidas. Las premisas de estas verdades son ejemplo de los valores más egoístas y envidiosos del neoliberalismo, el cual –hay que reconocerlo- ha vencido y penetrado profundamente en la conciencia del individuo común y corriente. Se trata de un pensamiento basado en la contabilidad inmediata: “tanto nos cuesta esa paraestatal, tanto perdemos (por culpa del sindicato); conclusión: empresa y empleados ineficientes; por tanto, liquidémosla. No importa que se vayan a la calle, de la noche a la mañana, 45 mil trabajadores desobligados (se lo merecen)”. Actuar tronando los dedos es el símbolo de “lo que hay que hacer en este país”. Cada hombrecito que consume esta lógica operativa y la repite sin discernimiento propio se convierte virtualmente en un ejecutivo defensor de la sociedad de libre mercado a quien no le tiembla la mano para cortar las cabezas necesarias en nombre de la eficiencia. Los razonamientos de un burócrata de las finanzas, como Carstens, de pronto se declaran inoculados en el cerebro mayoritario de las clases medias. Y todos al unísono entonan el coro del darwinismo social de la derecha: “¿Por qué esos electricistas han de estar privilegiados si los demás estamos jodidos? ¡Que se jodan ellos también!”. Si yo no estoy satisfecho con mi nivel de vida, entonces nadie debe estarlo, ¿no es así? La mezquindad moral como sabiduría de la vida; la envidia y el resentimiento social clasemediero como el motor fascistoide de los futuros acontecimientos. (Por cierto que al mismo tiempo que se perpetraba el ataque a las instalaciones de Luz y Fuerza, en la importante ciudad de León el gobierno y las mismas buenas conciencias organizaron una quema pública de libros de texto gratuito debido a que en ellos se enseña la sexualidad “con fines de gozo”…)


El fomento oficial de las conciencias tipo cangrejitos mexicanos. Y hay que ver cómo se les llena la boca a cientos de opinadores acusando al SME de corruptos, como si los acusadores estuviesen ajenos a semejante estilo de vida. El fariseísmo panista convertido en ideología del rencor que salvaguarda la sociedad de libre mercado, aquella que debe dictar quién sobrevive y quién no; en cambio, la solidaridad humana, el compañerismo ante el infortunio, la identificación de que el libre mercado no puede dar respuesta por sí mismo a cien problemas de desigualdad social, esas son consideraciones “bolcheviques” (como está en boga exclamar en EU) que han arruinado al mundo, ¿no es cierto?


Pero los electricistas opinan diferente, pues son portadores de otra ética: el SME lleva décadas de practicar la solidaridad obrera hacia toda lucha popular reivindicativa, de tal modo que ahí donde ha habido una protesta contra la injusticia social, el sindicato siempre ha pasado lista de presencia. Ningún gremio está exento de prácticas antidemocráticas y abusivas; pero colgarle a los electricistas del SME los epítetos más despreciables que distinguen al charrismo sindical que tanto han combatido durante décadas no deja de ser una de las mayores ironías de la clase obrera mexicana. Es como si a una pacífica indígena de Querétaro se le acusara de secuestrar a seis agentes de la AFI…



Hace unas semanas ocurrió un hecho trágico en el Metro Balderas que parece un signo premonitorio de lo que pasaría después: un electricista (precisamente) que viajaba en el tren rumbo a su casa, se encontró de pronto con su destino en forma de dilema: al llegar a la estación y abrirse las puertas del vagón, el obrero se dio cuenta que un loco balaceaba impunemente a la masa de usuarios sobre el andén; en cuestión de segundos tuvo que decidir entre protegerse a sí mismo del peligro o enfrentar al agresor y proteger así a cantidad de inocentes en riesgo de ser asesinados. Hizo lo segundo a costa de su propia vida. ¿Eligió mal este electricista? Por el número de vidas que salvó, parece que la respuesta es no: no eligió mal. Simplemente estuvo animado por otra ética, incomprensible para la pequeñez del egoísta… Ante la agresión del Estado, espero que los electricistas del SME sepan elegir también conforme a una ética que ningún pequeño consumidor de noticias podrá entender jamás.

jueves, octubre 15, 2009

CUESTIÓN ELEMENTAL:
Como dijera Víctor Hugo, el mar defiende al agua y el huracán al viento: es cuestión de los elementos. Del mismo modo, la izquierda toda (partidista, movimientista, guerrillera, intelectual) debe defender a los trabajadores electricistas. Y si la clase obrera misma no defiende el empleo de los 45 mil despedidos del SME, entonces llegó la hora de que el país entero se baje los pantalones.
Alejandro Rozado.

miércoles, octubre 14, 2009





Estoy muy consternado con lo que acaba de pasar con la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (LyFC), y con el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).

Estoy muy consternado y si tuviera que tomar partido, estaría con los que no están de acuerdo con la medida de la liquidación.

Y no quiere decir con ésto que apruebo la ineficiencia y los privilegios que hoy, son los pretextos que justifican el cierre.

Desde hace algunos años, yo mismo he tomado "la bandera" de exigirle al gobierno justo eso: Que se hagan más eficientes, y que se eliminen todo tipo de privilegios y despilfarros. Incluyendo, por supuesto, este caso de LyFC.

Lo que no me gustó, es la forma. Esa forma revanchista, autoritaria, unilateral. Claro que ese asunto era algo que se tenía que arreglar, no podíamos estar ahí, soportando que unos cuantos estén gozando de privilegios obsenos y que además la ineficiencia del servicio que dan cause cada vez más molestias.

Pero de todo ese dinero que se gastaba, ¿cuántos eran realmente los beneficiados? ¿Todos? ¿Los 45mil trabajadores? ¿Cuánto se perdía por una falta de admistración y control? ¿Quién era el responsable de eso? ¿A quién se le debería exigir mejorar la eficiencia de la compañía? ¿No había administrador? Evidentemente no tenía la capacidad para hacer las cosas bien. ¡Sólo la mitad de esos 40mmdp es de robos de luz!

Yo no estoy de acuerdo con el cierre, porque creo que con control, y eliminando los beneficios extraordinarios, esa compañía podría sostenerse. Se podría, por ejemplo, diseñar un plan para despedir gradualmente a los empleados, una estrategia para un mejor cobro, y control para evitar los robos...

No justifico con este comentario los abusos de algunos de los sindicalizados del SME. Pero creo que si se usara el mismo criterio con el que se cerró la LyFC, muchas otras áreas del gobierno federal deberían correr la misma suerte: Si se midiera la eficiencia de propio ejecutivo, si se pudiera calcular la cantidad de dinero que se despilfarra en beneficios personales...

Por ejemplo: El SAT, ha demostrado una lastimosa ineficiencia, cuyo costo, rebasa por mucho el dinero que despilfarraba la LyFC. Esa ineficiencia consiste en una bajísima capacidad de recaudación fiscal. Una altísima tasa de evasión. Esto se traduce en muchísimos millones de pesos que se están perdiendo mes con mes. ¿Cuál es la estrategia para corregir esto? Subir los impuestos.

Esto equivale a querer arreglar el "boquete" de LyFC subiendo las tarifas de la luz.

Por otro lado, mucho antes de que los medios de comunicación hubieran hecho esta campaña exponiendonos las enormes pérdidas que tenía la finada compañía, ya se manejaban otro tipo de cifras: Casi 4 veces más que las pérdidas de LyFC se gasta en salarios y privilegios de lo que se llama "alta burocracia". Según AMLO, si se redujeran a la mitad los salarios y privilegios de esta elite de empleados federales, se ahorrarían 200mmdp. Esta cantidad representa beneficios de sólo unos cuantos cientos de empleados... que dicho sea de paso, tampoco han brillado por su eficiencia...

Celebro que por fin, se comience a ver un intento por ahorrar y ver un interés por la eficiencia en los servicios... Espero que no quede ahí. Si no se sigue con los verdaderos ahorros, estaremos cuidando los pesitos y seguiremos tirando los pesotes, y confirmará, lo que muchos sospechamos: El cierre de la compañía tendrá fines políticos, justificado con fines económicos.

¿Queremos ahorros? Está bien empezar eliminado los beneficios absurdos como la "delfinoterapia", pero deberían seguir los seguros médicos privados, los gastos de representación, las comidas en restaurantes, la reducción del uso de celulares, la fiestas y los excesos que ya están señalados y los que sólo nos podemos imaginar.

Al final de la historia, apuesto que se confirmarán nuestras sospechas.

martes, septiembre 22, 2009

El día de ayer, en el periódico el “Reforma”, se publicó una carta escrita por Andrés Manuel López Obrador dirigida a los empresarios de este país. La carta, transcrita al final de este post, no dice nada diferente a lo que AMLO ha venido diciendo desde su campaña electoral en 2006. Pero hay una diferencia que sí es sustancial: Aclara, por fin, un mal entendido que había venido arrastrando desde entonces, expresando que no son los empresarios los enemigos a vencer.

Recuerdo que hace años, todas esas personas que tenían una tiendita, un taller, una carnicería, se sentían aludidos cuando AMLO amenazaba con quitar los privilegios de la cúpula empresarial. Nunca se entendió que siempre se había referido a las 30 -100 máximo- empresas más poderosas del país. A esas que tienen influencia política. A esas empresas que, apoyadas en regímenes de excepción, ni siquiera tienen que justificar una evasión fiscal. A esas en las que no podemos contar para la operación de este país.

Hoy, afortunadamente, se ha solicitado el detalle de todas esas cifras que ha publicado la SFP (Secretaría de la Función Pública), donde revela que hay grandes consorcios que no sólo no han pagado impuestos, sino que además, se ven beneficiados por millonarios retornos fiscales y condiciones excepcionales.

El tema está de nuevo en la mesa. Y el tema es muy oportuno cuando se discute cómo le vamos a hacer para cubrir el “boquete” en las finanzas públicas.

La salida fácil, por supuesto, es que todos paguen el consumo, aunque sea un 2%, subir el ISR otros 2% y no toquemos para nada esos grandes intereses económicos de este país.

Sólidas teorías pueden defender el impuesto al consumo. La verdad es que hasta yo lo creo. Sólo que tambien creo que antes de llegar a ese extremo, deberíamos cumplir la ley tal y como está y se eliminen los privilegios que tienen unos cuantos: Despues de eso, el gobierno tendrá autoridad moral para cobrar más impuestos.

Por otro lado, miles de direcciones generales nuevas se han creado en el gobierno federal; según el CCE (Consejo Coordinador Empresarial) casi 270 mil millones de dólares se han despilfarrado en gasto corriente en los últimos 9 años. Varias veces más el tamaño del boquete que se pretende tapar. A cambio, en una suerte de pirotecnia, se propone la eliminación de 3 secretarías, sin tocar los groseros beneficios que tiene la alta burocracia. Ahí es donde está el ahorro.

Dicho de otra manera, si pagaran los que tienen que pagar, y si ahorraran los que tienen que ahorrar, la discución del IVA generalizado estaría en otro tenor. Y las dos importantes decisiones están en manos del ejecutivo federal.

No, no es descubrir el hilo negro. Ahí es donde se puede demostrar el cinismo y la burla de los que nos gobiernan. Siendo acciones tan obvias, tan simples de ejecutar, tan rápidas y tan eficientes, el no hacerlas desenmascara las verdaderas intenciones de quienes nos gobiernan.

Un video. Un artículo.

Ahora sí, el mensaje a los empresarios:

Colaborador Invitado / Mensaje de AMLO a los empresarios
(21 septiembre 2009).- Andrés Manuel López Obrador


En forma respetuosa, me dirijo a ustedes para compartirles la visión que tenemos sobre el origen de los males que aquejan a la nación y expresarles los propósitos reales y sinceros de nuestro movimiento.

La decadencia que padecemos, según nuestro punto de vista, ha sido ocasionada por un grupo minoritario de políticos corruptos y de traficantes de influencias disfrazados de empresarios que se conformó desde el gobierno de Carlos Salinas para imponer una política de pillaje contraria al interés nacional. Esta mafia ha confiscado todos los poderes y actúa, en los hechos, como un supremo poder oligárquico, que manda por encima de los ordenamientos constitucionales y domina porque posee o controla a la mayoría de los medios de comunicación, a los cuales utiliza para engañar y manipular a la sociedad. De esta forma, en los últimos 20 años, unos cuantos lograron una acumulación de riquezas sin paralelo en ninguna otra parte del mundo; pero, en contraste, México se ha convertido, en ese mismo lapso, en uno de los países con mayor desigualdad económica y social en el planeta.

Puede ser que no compartan nuestra percepción, pero es innegable que ustedes mismos han sido víctimas de esta política facciosa. Por ejemplo, a ustedes los obligan a pagar precios altos en energéticos, bienes y servicios (electricidad, combustibles, telecomunicaciones, materias primas, créditos bancarios); los mantienen sometidos a un régimen fiscal oneroso y regresivo y, por si fuese poco, los ponen a competir con productos importados de países donde los gobiernos apoyan y protegen a sus sectores productivos. Por el contrario, el reducido grupo de empresarios y banqueros, nacionales y extranjeros, que forman parte de la élite dominante, goza de todos los privilegios: no pagan impuestos o se los devuelven; son favorecidos con privatizaciones, concesiones, compras y contratos gubernamentales; los rescatan con recursos públicos; les permiten especular en el mercado financiero e imponer prácticas monopólicas y a ellos sí los protege el gobierno de la competencia extranjera.

En la campaña de 2006, con la ayuda de los medios de comunicación, este pequeño grupo de potentados -Salinas, Fox, Roberto Hernández, Claudio X. González, Gastón Azcárraga y José Luis Barraza, entre otros- logró engañar a muchos de que yo amenazaba los intereses del sector empresarial, cuando lo que en realidad proponíamos era fortalecer al sector productivo y apoyar, de manera articular, a la pequeña y mediana empresa, la cual genera el 80 por ciento del empleo en el país.

Entre las políticas económicas que entonces propusimos, destacan: la reducción del gasto corriente estinado a la alta burocracia, con el propósito de liberar fondos para el desarrollo económico y social; la utilización del sector energético como palanca del desarrollo nacional, lo cual incluía la construcción de tres refinerías -que, dicho sea de paso, ya estarían terminadas- para dejar de importar combustibles y abaratar los precios de las gasolinas, el diesel, el gas y la electricidad; rescatar al campo del abandono a fin de lograr la soberanía alimentaria y dejar de destinar 25 mil millones de dólares al año para importar los alimentos que consumimos; fomentar la competencia y combatir las prácticas monopólicas.

Asimismo, sin aumentar ni crear nuevos impuestos, proponíamos una reforma fiscal sencilla y progresiva, sustentada, básicamente, en la eliminación de los privilegios a los grandes contribuyentes que, con el régimen actual, evaden alrededor de 400 mil millones de pesos anuales.

No obstante, como es sabido, esta camarilla que orquestó el fraude electoral logró imponer a Calderón, con ello siguió la corrupción y ahora estamos pagando las consecuencias: hay mayor desempleo, más pobreza, y se desató la inseguridad y la violencia que impide a todos vivir sin miedos ni temores. Pero lo peor es que pretenden llevar sus excesos al extremo, aunque terminen de arruinar a México. Ahora lo vemos de nueva cuenta: las medidas dadas a conocer para supuestamente enfrentar la crisis de las finanzas públicas no son más que otra vuelta de tuerca para seguir exprimiendo a la inmensa mayoría de los mexicanos. Es más: aumentar impuestos e incrementar los precios de las gasolinas, el diesel, el gas y la energía eléctrica creará más inflación, profundizará la recesión y enviará a más empresas a la quiebra, lo que conllevará más despidos de trabajadores.

Ahora bien, qué proponemos nosotros: aplicar una política de austeridad republicana y suprimir los privilegios fiscales; es decir, si existe un faltante de 500 mil millones de pesos en las finanzas públicas, este déficit se puede cubrir ahorrando 200 mil millones del gasto corriente, sobre todo, reduciendo en 15 por ciento las partidas de servicios personales y de gastos de operación del gobierno; asimismo, es posible obtener otros 300 mil millones mediante el cobro a las grandes empresas de los impuestos marcados por la ley, una vez eliminados los regímenes especiales establecidos para beneficiarlas: la consolidación fiscal, la exención de impuestos por ventas de empresas en la Bolsa, tasas de impuestos sobre dividendos más bajas que en Estados Unidos, depreciación acelerada de activos, el abuso en la deducibilidad de donativos y el incumplimiento de pagos de créditos fiscales, entre otros renglones.

En suma, tenemos propuestas y vamos a seguir impulsándolas. Pero, al mismo tiempo, consideramos que las cosas no van a mejorar mientras el gobierno esté al servicio de unos pocos y no haya una auténtica democracia. Estamos convencidos que sólo con un verdadero cambio habrá nuevas reglas, será posible aplicar medidas como las que proponemos y alcanzar un crecimiento económico sano y sustentable, así como un desarrollo equitativo e incluyente. Estoy seguro que todos juntos, hombres y mujeres de buena voluntad, trabajadores y empresarios, podemos rescatar a México. Los invito a reflexionar con serenidad pero también a actuar con determinación y prontitud. El tiempo apremia.

miércoles, julio 22, 2009

A lo largo de los últimos meses, mi agenda ha sido víctima del estrés. Aunque no es ninguna justificación, es la razón por la que, aunque no lo crean, no había escrito en mi blog... pero al término de este post, econtrarán los apuntes de post's que debí escribir en este mes, y que ahora que se puede, tuve que ponerlos todos juntos...

Yo procuro pasarla bien, y llevármela tranquila, pero el tiempo ha sido -entre muchos otros- un recurso al que extraño un montón.

Para quienes se lo preguntaban, sigo en el doctorado. Procuro ir a todas las clases que se puede; dando prioridad, por su puesto, a mi trabajo: Ese que me permite pagar las inscripciones de la escuela. Ese que sigue consumiento la mayor parte de mi tiempo mientras estoy despierto.

Puedo decir que ahí va la escuela: Esta parte de tutorías terminará en noviembre, y desde ahora, además de todos los trabajos y lecturas que debemos llevar a las clases, ya amenaza la presión de ir haciendo el trabajo de la "suficiencia investigadora" que es algo así como una "tesis nivel maestría", en la que debemos demostrar que tenemos los fundamentos para hacer una "tesis doctoral".

Debo confesar que a veces, en la carretera de regreso, de noche, con la espalda molida y un ardor en los ojos, intento convencerme de renunciar. Todavía no lo he logrado.

Por otro lado, desde que tuve el acierto de contratar a Lina como la gerente de importaciones, de marketing, de administración, contabilidad y finanzas, de manufactura, de atención a clientes, de ventas y de mi asistente personal, las cosas en nuestro negocio van de "viento en popa". ¡Esta chica es genial! En el último semestre, los números dicen que dentalxray cambió de ser un negocio que tenía números muy rojos a uno que poco a poco se ve cada vez más sólido y rentable.

Esta situación me tiene muy contento. Más allá de la rentabilidad del negocio, el hecho de haber aceptado el reto y a punta de tropezones mantenerlo a flote. Desarrollar habilidades que no teníamos y darnos cuenta de qué estamos hechos. Este proyecto, tan lleno de desafíos que, a veces, nos causa dolores de panza, es el que ahora, me llena de orgullo.

Y para terminar con éste pre-diagnóstico de mi "estatus" en la víspera de mis treinta y tres años, quisiera escribir un poco de Andrés.

No me cabe la menor duda que Andrés es el factor que me mantiene así de contento. Es mi gasolina que logra hacer que me despierte temprano para hacer mi jornada laboral, para asistir a clases en otra ciudad, para tener concentración y hacer las tareas, y para revisar con Lina las cosas del negocio.

"Todo esto lo hago por tí." Le digo. Pero él insiste que le haga "caballito"; "Hijo, todo esto es para tí..." Insisto. Y parece que lo único que le importa es mostrarme su sonrisa desvelada por que me espera despierto para jugar en mi cama.

Y dentro de toda esta contradicción, de hacer tantas cosas para él, me pregunto si no valiera más la pena llegar a casa temprano para llevarlo a dar un paseo...

Espero no estarme equivocando.

Por lo pronto, cada que salgo de casa, en las mañanas, y Andrés sigue dormido, le tengo que pedir a Lina -que es una adoración de madre- que le diga que lo quiero cuando se despierte. Que lo veré en la noche, para jugar luchitas en mi cama...