martes, junio 30, 2009

La semana pasada me encontré en un centro comercial a Ramírez Acuña. Saludaba a toda la gente con esa misma sonrisa cínica con la que sale en las fotos de su propaganda.

En lugar de pedirnos el voto, lo menos que debería hacer es ir pidiéndonos perdón a todos.

viernes, junio 19, 2009

¿Por quién votaría en Iztapalapa?

En post's anteriores, he manifestado que mis votos en esta elección serán en blanco. Además de pensar que el sistema político es insostenible, los candidatos que participan en la elección que corresponde a mi distrito dan pena ajena. Votar por "uno menos malo", es contribuir a la mediocridad del sistema partidista; premiando a uno, no por ser "bueno", sino por la espléndida cualidad de no provocar asco. Así no juego.

Pero recientemente los medios han volcado su atención -y la nuestra- al asunto éste de AMLO en Iztapalapa.

He oído de todo. Los medios al unísono recitan el mismo discurso. Escandalizados. Y no sé qué me extraña más, si oir a los querubines anunciando el fin del mundo, o que todos estos periodistas no se hayan dado cuenta que así es la política. (Unos desde lo oscurito, y otros en un templete).

Yo digo que todas esas voces se unen y levantan la voz y lo gritan a los cuatro vientos, por la simple razón de que saben que el PT -Juanito, Brugada, AMLO- pueden ganar esas elecciones. Porque a pesar de haber dicho hasta el cansancio estos últimos años que AMLO está en la lona, saben que si gana esta elección en particular, se va a levantar. No escatiman, porque saben que AMLO no ha perdido su fortaleza. Si de verdad creyeran todo lo que decían de que ya está sólo, simplemente lo ignorarían.

Yo veo la cosa muy simple: Que gane la elección popular. En eso debemos estar todos de acuerdo.

Brugada compitió por la candidatura y miles de ciudadanos votaron por ella. Tantos, que hasta pensaron que había ganado la elección interna. No discutamos si la tipa es buena o "menos mala", sólo asumamos que mucha gente piensa que ella es la que los debe gobernar.

Luego, por una disposición "oficial", se decidió que Oliva será la candidata. ¿Qué debería hacer toda la gente que votó por Brugada? ¿Resignarse y votar por el partido sin importar quién sea el candidato?

Andrés Manuel, desde una posición cuestionable, por supuesto, acordó -cohersionó, presionó, como se le quiera llamar- con el candidato del PT -que dicho sea de paso NO TENIA POSIBILIDADES DE GANAR- que toda la gente que quiera a Brugada como delegada votará por él, sólo para que, sin comenter ninguna desviación legal, la gente de Iztapalapa tenga como delegada a la candidata que la mayoría quiera.

Para eso son las elecciones. Para eso son las campañas. Y AMLO, con todo y su cuestionable método, está poniendo a disposición de los ciudadanos la posibilidad de conservar a su candidata.

Es simple, digo, porque si los votantes no quieren a Brugada, no votarán por el PT. Que la gente vote por la opción que quieran. Con el evento del martes pasado, quedó claro -para todos- que existe la posibilidad de tener a una delegada determinada, siguiendo un procedimiento poco ordinario. ¿Qué tiene de cuestionable esto? ¿Los aires dictatoriales de AMLO? ¿Sus rasgos autoritarios? Quien no esté de acuerdo, que no le siga la corriente. Punto. Pero si la mayoría le cree y está de acuerdo con esa opción, que vote y lo diga en las urnas. Por lo pronto, el que un candidato ceda su candidatura a otra persona no es nada nuevo, pero ahora se tiene que hacer así porque los tiempos para haberle cedido el puesto -formalmente- ya habían pasado. (No se le puede cuestionar al "mesías tropical" que esté violando alguna ley, o pisoteando alguna institución.

Si ganara esa fórmula, habrá evidencia para poder justificar ante la Asamblea y ante el jefe de gobierno, cuál ha sido la voluntad popular. Despues de todo, de eso se trata.

Se enfrentarán entonces en las urnas Oliva y Brugada nuevamente, y ante ésto, sólo se escuchará la voz del pueblo de Iztapalapa. Que gane la que tenga más votos. (Como en cualquier elección)

Tampoco soy ingenuo, y sé que detrás de toda esta maraña hay un interés personal de AMLO de juntar votos, preparándose abiertamente para la próxima elección presidencial. ¿Tiene eso algo de malo? ¿Acaso es el único con ese legítimo interés? ¿Acaso se piensa que es el único que está moviendo sus "fichas" con tan claro objetivo? No lo creo. Pero en él todas estas cosas serán mal vistas por que sabemos -todos- que las posibilidades de amenazar en las próximas elecciones son muy altas. Y le tienen miedo. Y desde ahora, se comenzará a meter sancadilla en la más mínima oportunidad. Así es la política en este país.

¿Que si es autoritario? ¿Que si está enfermo de poder? ¿Que si es un peligro para México y lo que hace y dice es más que evidencia? Dejémos que sea la gente quien lo decida.

Como si todos los demás políticos fueran unas peritas en dulce.

lunes, junio 08, 2009








VOTO NULO:

Reunirá un importante 10% de votos valientes; pero el verdadero tsunami de la deslegitimación del régimen será el casi 70% del padrón que se abstendrá de ir a las urnas.

Alejandro Rozado






sábado, junio 06, 2009

1. Hoy juega México vs. El Salvador.

Lo que me recuerda ese chiste de que los romanos se ponen a jugar futbol abajo de la cruz y Jesús les pide que no sean gachos y lo desclaven para que juegue un rato...

Tons pues ya, no... Cristo manda un par de pases chidos y lo mandan de delantero. De repente un romano le coloca un pase alto a Cristo, de globito casi casi. Él salta muchísimo, le da de cabecita y...

poncha el balón.


(Copiado de NEB)

miércoles, junio 03, 2009

Recientemente me he sumergido en reflexiones que me alejan cada vez más de los partidos políticos.

Hasta hace apenas unos meses, pensaba que este post iría en el sentido de recomendar un voto en favor del candidato que tuviera la posibilidad de ganarle al PAN. Tenía, lo juro, argumentos para validar esta recomendación.

Entonces, aunque fuera votando por el PRI, la idea era ganarle al PAN en todos los flancos posibles.

Pero de nada servirá.

Cualquier partido que gane no resolverá nada. Ni cambiará nada.

Estoy seguro de que esta hipótesis ni es original ni es nueva. Pero quiero dejar más claro cuál es mi postura: Aunque todos los candidatos ganadores cumplieran lo que en campaña se promete, cosa que ya es de por sí muy remota y poco probable, no podrán resolver de fondo los problemas de la sociedad donde vivimos.

Ninguna oferta política propone un cambio de fondo. Un cambio que promueva una nueva forma de organización que garantice una sociedad diferente, incluyente, justa. Sin abusos.

Entonces, votar por cualquiera de las opciones actuales, incluyendo las autodenaminadas "de izquierda", sólo aseguran la permanencia de el actual sistema: Ese que hace que se siga concentrando la riqueza en cada vez menos manos, y hace miserables a la gran mayoría. Ese mismo sistema que nuestros legisladores aprueban y legitiman con leyes hechas a la medida de los poderosos. Ese sistema que le da protección a las mafias que controlan este país.

Todos los partidos políticos actuales, aprueban, desarrollan y alimentan esta maquinaria de corrupción y pudredumbre.

No existe un candidato que se atreva a atentar contra el sistema. No hay ningún candidato que signifique una amenaza para cambiar el orden de las cosas; Ningún candidato, ni siquiera del PRD, PT o Convergencia es capaz de decirle a sus electores que de ganar, pondría las cosas en su lugar.

Hasta hoy, toda la gama de partidos matizan en detalles sin importancia. Se diferencian por colores, o por representantes más o menos corruptos, pero todos, todos, caminan en la misma dirección: La derecha.

Entonces, si eso es lo que creo, ¿por qué votar por alguna de éstas opciones? ¿Por qué darle mi voto al que crea que será el candidato "menos malo"? Si hiciera eso, seleccionar a cualquier partido, será interpretado que quiero que las cosas sigan igual. Es mejor declarar que ninguna de las opciones actuales me representa. Por eso votaré. Pero no seleccionaré a ninguno de los candidatos de mi distrito ni mi municipio. Anularé mi voto, que también es una forma de votar.

Iré a votar; y llegaré antes de las 8:00 am. Organizaré al equipo, armaré las casetas, contaré una por una, las boletas. Daré la orden de iniciar la jornada electoral en mi casilla básica y cuando me corresponda, dejaré muy claro mi decisión de manifestar mi inconformidad con la oferta política... Para que al final, cuando contemos los votos, mis compañeros funcionarios de casilla, sepan que al menos uno de los vecinos de la cuadra no votó por el "menos peor", sino que tuvo la paciencia para escribir: "ninguno merece mi voto".

Ojalá que muchos como yo, podamos hacer evidente el rechazo a la clase política. La intención es que pueda generar una alarma que cada elección siga creciendo y pueda generar la conciencia ciudadana para que algún día, y espero que sea muy pronto, podamos ofrecer alternativas de organización social que pueda revertir el daño que nos ha hecho este sistema.