Anoche, después de no se cuánto tiempo, estuve en el RojoCafé. En una mesa, sólo acompañado de un cigarrillo encendido y una cerveza helada, toqué la guitarra en manos de Ulloa, y canté, en su voz, temas clásicos de Silvio.
En el Rojo no pasa el tiempo; en el Rojo me transformo en quien fuí.
miércoles, abril 11, 2007
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2 comentarios:
Mi buen Alex, soy Alfredo Saras, ya entré a conocer tu blog, gracias por la invitación a hacerlo. Escribes muy bien! y gracias por tu visita en esta tu casa que es el Rojo Café. Saludos!
Que tiempos aquellos! Extrano el Rojo Cafe.
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