jueves, enero 29, 2009



Mira, éste fui yo.

Seguramente en esa foto tenía entre 18 y 19 años.

Jugaba volibol, fumaba cigarros sin filtro.

Faltaba a clases para escribir la revista de la escuela.

Cenaba litros de café unos días, botellas de cerveza otros.

No me peinaba.

Dormía poco.

Usaba una pulsera mugrosa que sola se cayó cuando ella quiso.

Leía un libro cada mes, y tambien oía la radio en las madrugadas.

La "mucaila", tenía muchas hojas sueltas con dibujos hechos a mano en lugar de apuntes.

Ya estaba convencido de que éste país necesita un cambio.

Pensaba que la solución podía estar en mis manos.

Como ese, muchos sueños que tenía en esa edad, se fueron volando por las ventanas del camión que me llevaba a la escuela.

domingo, enero 25, 2009

Análisis de la estructura social (Primera parte).

Ya se acercan otra vez las elecciones federales. Mi voto, como ha venido siendo, será por aquella propuesta que signifique, aunque sea teóricamente, un apoyo a los que menos tienen y una declaración en contra de seguir apoyando a los más ricos y beneficiados en este país.

A lo largo de los últimos años, en cada periodo de elecciones, al hacer manifiesto el sentido de mi voto, muchos de mis compañeros y amigos, con los que convivo todos los días, intentan que cambie mi decisión, justificando simplemente que no soy yo de la "clase social" que deseo que sea beneficiada, y que, por lo tanto, sería más congruente que vote por aquellas propuestas que apuestan más por teorías neoliberales.

Autodenominados "clasemedieros", algunos de mis amigos más cercanos insisten en que una apuesta por el libre mercado y dejar de lado los "dañinos paternalismos", es lo que más nos conviene; y no fue, hasta que me vino a la mente una interpretación de las divisiones de clases en la que vivimos, que encontré que defender a los menos protegidos, es apostar por protegernos a todos esos que nos calificamos como "clase media".

Lo explico:

Tradicionalmente, hablar de clases sociales, era dividir a la sociedad en 3 importantes grupos: Los ricos, los pobres, y, los que no son ni ricos ni pobres: la clase media. Claro, que por una sobrevaluada autoestima, esos que pertenecen a la clase media, creen tener una mayor afinidad con la clase alta, y por tanto, simpatizan más con las corrientes políticas e ideológicas que representan los intereses de los que más tienen. Así mismo, hablar de corrientes políticas que representen los intereses de los más desprotegidos significa algo no sólo fuera de moda, sino algo inútil y hasta ilógico, pues se argumenta que, "impulsando la iniciativa privada, y fortaleciendo a los grandes consorcios, la riqueza generada, caerá por consecuencia en los que menos tienen, y así, crear un círculo econónico-virtuoso".

Con mi presente hipótesis, trataré de demostrar que, nosotros, mis amigos y yo, estamos mucho más cerca de los más pobres de lo que pensamos, y por ende, mucho más lejos de los más ricos, y que, por lo tanto, debería resultar más congruente defender y formular políticas económicas que garanticen una protección social para lo más pobres.

De acuerdo a mi -por ahora- empírico análisis social, he clasificado a la sociedad mexicana en sólo dos clases sociales: "los capitalistas" y "la base social".

Así mismo, cada una de las categorías, podrá ser dividida al menos en dos partes cada una: Los capitalistas en: "grandes capitalistas" y "pequeños capitalistas", y la base social, por lo menos podrá ser separada en "pobreza" y "clase trabajadora".

Hice esta separación social, pensando en dibujar lo más claro posible, una línea que separe a cada grupo. Traté de pensar en intereses y preocupaciones de cada segmento, que cada integrante individual de cada grupo pudiera identificarse fácilmente con su sector. (Hoy me resultaba muy complicado encotrar la línea que dividía a la clase baja con la media y a ésta con la alta).

Comenzaré describiendo la pirámide desde el peldaño más bajo, que, dicho sea de paso, debe ser uno de los más voluminoso y lamentablemente con menos voz y voto en las decisiones públicas.

Pobreza.

Características principales:
Límite inferior:

Los pobres extremos, cuentan con el nivel sociocultural más bajo. Generalmente, las condiciones de su calidad de vida son insalubres. Viven al día. Dependen de los ingresos del día para comer, pero carecen de la certeza de que comerán al día siguiente. Sus ingresos dependen de la caridad de las personas o de los programas estatales. Su atención médica es la automedicación o, si se tiene acceso, es gracias a los programas estatales de salud pública.

Límite superior:

Viven en algún espacio con algún tipo de servicio. Cuentan con algunos bienes muebles, y aunque no tienen un empleo formal, participan en la economía con algún tipo de comercio informal, ya sea ejerciendo un oficio, o en micronegocios de compraventa de mercancías u ofreciendo un servicio. Sin embargo, este ingreso económico es muy precario y volátil y este grupo cambia constantemente de mecanismos para acceder al dinero.

Intereses:

Por lo general, éste segmento de la sociedad está preocupado principalmente por satisfacer sus necesidades primarias. Dificilmente tienen asegurada su vivienda, su salud y su alimentación, por lo que un enorme porcentaje de sus eventuales ingresos es invertido en satisfactores primarios.

Clase trabajadora.

Características principales:
Límite inferior:

Este segmento de la sociedad ya cuenta con un empleo formal. Tiene acceso a la seguridad social y al ahorro para el retiro, así como a apoyos para acceder a créditos del gobierno o de instituciones financieras. Aún ganando el salario mínimo, éste segmento de la sociedad, el empleado de alguna manera ya puede administrar sus ingresos para poder garantizar la satisfacción de las necesidades primarias de su familia.

En esta categoría, mientras mayor es el salario, lo único que cambia es la calidad y cantidad de los productos que se consumen, pero todos pueden acceder a otro tipo de satisfactores como el entretenimiento, bienes muebles que proporcionan comodidades, y en diferentes proporciones, algunos artículos de lujo.

Dependiendo del salario y capacidad económica, unos comprarán un automovil usado, y económico y otros, un auto nuevo y de alguna marca de prestigio. Unos comprarán marcas de ropa importadas y otros se conformarán con marcas nacionales, pero todos tendrán acceso a tener varios cambios de ropa que obedecerán a sus gustos, ambiciones y a tendencias de moda. Unos comprarán sus electrodomésticos a crédito en una tienda popular y otros también lo harán a crédito, pero en algún almacén de prestigio. Unos podrán divertirse en balnearios en la ciudad, y otros podrán invertir en vacaciones en otras ciudades. Unos podrán viajar en avión, y los otros podrán hacerlo en autobús.

Límite superior:

Incluso los más importantes ejecutivos de los más importantes corporativos, entran en esta categoría. Mientras sus principales ingresos dependan de su "fuerza de trabajo", de su "capacidad intelectual", de sus "habilidades y experiencia", pertenecerá a esta categoría. Incluso, si viviera en la zona residencial más importante de la ciudad, o posea el más lujoso auto de una prestigiada marca, o sus vacaciones las haga en lugares exóticos y lejanos, o vista con marcas de ropa de diseñador; si su nivel de vida depende del empleo que posee, encaja perfectamente en esta categoría, ya que, al igual que el afanador más humilde y más "malpagado" de su misma empresa, al perder el empleo no es capaz de mantener ese mismo ritmo de vida y tendrá que encontrar un empleo similar o mejor, a menos que esté dispuesto a moderar las calidades y cantidades de los satisfactores secundarios.

Esta categoría social engloba a todos aquellos cuyo nivel de vida dependa enteramente de prestar un servicio a una empresa, y que no pueden mantenerse sin un empleo para sobrevivir... que al verse desempleados, cualquier bien mueble o inmueble que se posea y se pueda disponer de él, sólo resuelve el problema temporalmente.

En este mismo grupo, podrán incluirse los propietarios de pequeños negocios o que prestren actividades profesionales, cuyos ingresos se asemejen al salario de un empleado. Ésta subclasificación depende del éxito y constancia de su negocio, ya que cualquier cambio en la preferencia de sus clientes impacta directamente en su calidad de vida.

Es decir, el estatus social presente, es muy vulnerable y con eventos de alta probabilidad de ocurrir, se puede "descender" muy fácilmente a categorías inferiores.

Intereses:

Aunque dentro de este grupo -clase trabajadora- podrían segmentarse muchísimos peldaños sociales, en escencia, todos son iguales. Comparten principalmente el interes de mejorar la calidad de los satisfactores secundarios, ya que gracias a su trabajo y a la periodicidad de su salario, pueden asegurar los satisfactores primarios como la vivienda, el alimento y la atención médica.

Además de satisfacer sus necesidades primarias, es posible que con el ingreso de esta categoría, se puedan adquirir satisfactores secundarios o articulos de lujo.

Pequeños capitalistas.

Características principales:

Este segmento social, se distingue del peldaño más alto de la clase trabajadora por una simple característica: La mayor parte de sus bienes son medios de producción. Es decir, su capital, sus inversiones son herramientas para la generación de riqueza. La permanencia en esta clase social depende sólo de la capacidad de mantener esos medios de producción funcionando. Son empresarios que generan importantes fuentes de empleo, y por lo general son propietarios de empresas o grupos de empresas consolidadas que le pueden garantizar a sus familias una calidad de vida, con tal seguridad que podrán mantenerla aún a pesar de fenómenos económicos de gran escala.

De acuerdo a mi hipótesis, el límite inferior de ésta categoría, comparte muchos gustos y preferencias con el límite superior de la clase trabajadora, (clubes, fraccionamientos, marcas de auto, accesorios, artículos de lujo, etc.) aunque insisto, la diferencia es que cuando se es pequeño capitalista se tiene una mayor certeza y una menor dependencia a mantener este status social.

Este segmento tambien puede ser subdividido en muchos peldaños dependiendo de la solidez de las inversiones, y las cantidades de bienes que se posean.

Intereses:

Sin importar las cantidades de dinero que los pequeños capitalistas posean, comparten el interés de mantener sus inversiones produciendo dividendos. Y aunque los medios de producción que posean pasen por malas rachas, las calidades de vida y el status social no se ve afectado considerablemente. La mayor parte de los ingresos que se obtienen, son reinvertidos en sus mismos medios de producción, manteniendo siempre más alta la proporción de bienes que producen capital que los que son para el uso de sus familias.

Grandes Capitalistas.

Características principales:

Son el segmento social más reducido, sin embargo, poseen no sólo la mayor concentración económica, sino que además poseen el mayor poder político. Controlan los medios de comunicación más influyentes del país y sus mensajes. Sus capitales rebasan las fronteras y sus fortunas los hacen sobresalir en listas mundiales. Sus empresas son tan diversas que la diversificación de sus capitales hace que se los volúmenes de sus activos sigan multiplicándose. Además, aprovechan sus relaciones con los políticos más importantes del país para garantizar que las condiciones políticas y económicas que estén en manos de los gobernantes siempre los beneficien.

Sus condiciones económicas no son sensibles a cambios políticos o económicos del país o del mundo, pero para mantener el control y el poder, requieren y proponen gobernantes que puedan garantizar sus mismas condiciones preferenciales.

Intereses:

Definitivamente, la satisfacción de sus necesidades primarias y secundarias está resuelta no sólo para ellos, sino que para varias generaciones de sus familias en el futuro. Por ello, los intereses que podemos deducir es poseer cada vez un mayor poder sobre el país. Influir cada vez más en política y en las formas de pensar de la sociedad.

martes, enero 13, 2009

Por si alguien pensó que no fue apropiada la dosis de optimismo de mi post anterior: Del maestro Jabaz.


De verdad deseo lo mejor para quien lee estas líneas.

Pero desafortunadamente estoy conciente de que mis buenos deseos son sólo eso.

El año ha comenzado, y con él, ya han despedido a dos amigos míos... Y otros más ya platican de eso.

La crisis económica en México -y el mundo- no nos da la oportunidad para pensar, con el optimismo de otros años, que nuestros deseos se pueden hacer realidad.

Por eso, hoy más que nunca, la felicidad que les deseo, no está ligada a temas económicos:

Deseo que sean felices, por cosas que no cuestan:

1. Besen.
2. Hagan el amor.
3. Duerman mucho.
4. Caminen por la calle, despacio tomándola(o) de la mano.
5. Vive con mucha pasión.

Por mucho, la felicidad que pueden generar estas sencillas -y gratuitas- actividades, podrá suplir la angustia que te está causando la amenaza de la pérdida de tu empleo, el alza de los precios y las paridades del dólar.

No te lo puedo prometer, pero al menos lo deseo de todo corazón.